miércoles, 28 de noviembre de 2018

15. Ojos verdes

A Delico le parecía un poco absurdo el que Hansel no dejara a Midori y Darkness ayudar con el caso. Estaba tomando mucho tiempo el encontrar alguna pista actual sobre el asesino, Han tiene sospechas, pero sigue sin haber un avance considerable. En la cocina se pueden escuchar las voz sobresaltada de Midori.

Midori: ¡Maldita sea Hansel! Déjanos ayudar, ¿crees que no nos damos cuenta que les esta costando todo esto? ¡¿Por qué pones tanta resistencia?!

Tal pareciera que Midori le había leído la mente. Delico salió de la habitación, en la sala estaba Darkness sentada en el sillón.

Darkness: — Lo ve de reojo, mientras lee un libro de caratula negra—

Delico: —Hace una expresión de saludo—

Darkness: ¿Qué han avanzado con el caso de las prostitutas? —Deja su libro a un lado—

Delico: No mucho, la verdad. Tal vez con tus habilidades podríamos saber si se trata de un ser de "ultratumba" —Sonríe—

Darkness: Creo que se enfrentan con algo que todavía esta vivo.

Delico: Han tiene sospechas, de alguien que estuvo investigando hace años. 

Darkness se queda estupefacta, ninguno de los dos pronuncia palabra. Solo se percibe a Midori discutiendo con Han en el aire. 

Delico: ....¿Sabes algo al respecto?

Darkness: Sí, conocí a Hansel después de que se retirara de la investigación. No me lo contó inmediatamente, y no es que sepa todo con detalle.

En ese momento Midori bajó las escaleras con los brazos cruzados, Hansel iba detrás de ella, pero guardando distancia.

Midori: Darkness, Delico, vamos a SweetLips.

Delico la miró desconcertado.

Delico: ¿En serio? —Ve a Hansel, solo para que él girara los ojos y le hiciera un gesto de afirmación.—

Pasaban de las 3 de la tarde, los cuatro caminaban por la calle inclinada que daba al lugar. El cartel neón todavía no prendía, y el transito por el lugar era casi nulo. Hansel parecía incomodado, tocó la puerta tres veces, para su sorpresa no abrió ni el guardia, ni Helen, sino una chica del local. Midori parecía estar más sorprendida por el lugar, pero no incomoda, incluso estaba fascinada con algunos de los vestidos que llevaban puestos algunas de las trabajadoras. Darkness como siempre, parecía no importarle lo que estaba pasando a su alrededor.

Hansel: Esperen aquí, iré con Helen.

Midori: ¿Es la dueña, cierto?

Hansel: — Asiente mientras sube las escaleras a la oficina de Helen—

Midori: Apuesto que es muy guapa. —Voltea a ver a Delico—

Delico: —Se encoge de hombros.— Lo es.

Midori: Jujuju, no entiendo porque Han no quería que viniéramos, no esta tan mal.

Darkness: Supongo que no es tan desagradable, porque todavía no es la hora "fuerte" del negocio.

Después de unos minutos, Helen llegó con los cuatro, hablaron del tema para poner al tanto a las chicas. Tras ello se acordó que Hansel y Darkness acompañarían al grupo que les tocaba salir, mientras que Delico y Midori se quedarían en el local.


Midori: —Sentada cerca de la barra de bebidas— Sabes Deli, ¿qué nos asegura que el asesino regresara aquí? ¿Sabrá de nosotros?

Delico: Pensé lo mismo. —Suspira— Siento que llevamos meses en esto, y ni ha pasado una semana.

Los clientes empezaron a llegar poco a poco, Delico pensó que seria mejor que Midori se quedara en la oficina de Helen, para evitar que algún cliente borracho la molestara, mientras tanto el se quedaría en la planta baja. Pasaron las horas, hasta que un hombre atravesó la puerta, vestía de negro, lo único que contrastaba eran sus ojos verde intenso, inmediatamente Delico se puso alerta, ¿sería él?
El sujeto parecía nervioso, volteaba a todos lados, y no sacaba las manos de las bolsas de su pantalón, tenía mala pinta, pero no aparenta ser un asesino, al menos no uno que desmembrara a sus victimas tan brutalmente.
Si tan solo hubiera prestado más atención a la persona que estaba sentada a su lado.

Midori descansaba plácidamente en la silla de Helen, esta era extremadamente suave y cómoda. Con la puerta entreabierta, veía como pasaban los clientes con algunas chicas a las habitaciones. Pero no había visto nada sospechoso. Helen entró a la oficina, parecía exaltada, le sonrío a Midori de una forma un tanto...extraña.

Midori: ¿Te encuentras bien Helen?

Helen: —Se aclara la garganta— Claro cariño, solo estuve fumando mucho — Su voz se escuchaba algo ronca—.

 Midori la mira extrañada. Algo no parecía estar bien, pero trataba de guardar la calma.

Midori: Iré por Delico —Se para de la silla para acercarse a la puerta—

Helen: ¡Espera! —Se recarga en la entrada, tapándole el paso— Quería saber algo antes de que te fueras.

Midori: Mmm, ¿en qué te puedo ayudar?

Helen: ¿Qué piensas de Delico?

Midori: Es un chico muy agradable, leal, centrado en lo que hace, pero es un tanto...ingenuo, tal vez inocente. ¿A qué viene la pregunta?

Helen: Oh nada en especifico, algunas de mis chicas preguntaron sobre él.

Midori: Ya veo. Él es....

No pudo terminar la oración, pues escucho el llanto agonizante de alguien, Helen se puso nerviosa, y seguía bloqueando el paso. Midori la miró disgustada.

Midori: ¿Acaso no escuchaste eso? Dame permiso.

Helen: No pasa nada, te has de haber confundido con algún gemido.

Midori: ¡Quítate!

Podía escuchar como subían las escaleras con paso desesperado, ¿sería Delico? Empezó a gritar su nombre para ver si la ayudaba, pero no hubo respuesta. En su desesperación, tomó a la mujer de los hombros y la empujo con todas sus fuerzas, esta cayó de sentón dejándola por fin libre. Por el pasillo de las escaleras vio a su compañero sentado, como si nada hubiera pasado. Tomó aire, y grito lo más fuerte posible su nombre, los clientes la vieron raro, pero Delico subió rápidamente las escaleras, algo no andaba bien.

Midori: Escuche algo, pero no sé en que habitación exactamente fue. También creo que la madrota esta vinculada con esto.

Delico: ¿Helen? —Los dos volvieron a escuchar los sollozos—.

Parecían venir del fondo del pasillo, sigilosamente empezaron a caminar hacia allá, la última puerta estaba manchada de algo rojo en la perilla. Midori acercó su oreja a la puerta, no se escuchaba nada.

Midori: ¿Tú abres, o yo?

Delico: Déjamelo a mí — Se alejo, para luego darle una patada a la perilla, esta se rompió, y les fue posible acceder al cuarto—.

Se encontraron con una chica pálida, recostada en la cama, el lugar estaría en completa oscuridad si no fuera por la luz que se metía por la ventana. Midori se acerco a ella, para asegurarse de que estuviera bien, mientras Delico se quedaba por la puerta, gran error.

Una silueta salió de la oscuridad y tomo a Delico por la espalda, sometiendo lo.

Midori: ¡Delico!

Por la puerta, Helen entra con un martillo en mano.

Helen: Ustedes, no le dirán nada a Hansel, ustedes...deben morir. —Se acercaba a Midori con prisa—

Delico seguía forcejeando, pero la fuerza de aquel sujeto era superior a la de él. Logró morderse un cacho de piel de su mano, tardaría unos segundos para empezar a sangrar, y hacer algo que le favoreciera. Pero su atacante se percato de ello, y empezó a hablar.

Sujeto: Dime, ¿qué se siente arrancarse la piel de esa manera? — Empezó a jadear— Dímelo, dímelo.

Delico aprovecho eso para crear su hilo de sangre en una navaja, pudo notar como disminuía la fuerza aplicada en su cuello, logro soltarse y dañara el brazo de su contrincante. Midori logró escapar del martillo de Helen, lo esquivó unas cuantas veces hasta llegar donde se encontraba el perchero, lo tomo, y con brutalidad golpeo a la mujer varias veces.

Delico: —Observa el rostro del sujeto, sus ojos verde brillaban con la tenue luz, y sonreía satisfactoriamente mientras observaba la sangre de su brazo caer— Este sujeto esta demente —Pensó—.

Sujeto: Vamos, vuelve a hacerme daño.

¿Lo estaba retando, o hablaba en serio? Midori dejó inconsciente a Helen, su frente sangraba un poco, pero el rostro de Helen estaba peor. Tomó el martillo de las manos de la mujer, mientras observaba al hombre de ojos verdes.

Sujeto: No sean tímidos —Los observa un momento, después se vuelve a abalanzar contra Delico, sometiéndolo en el piso— Vamos, vamos, hazlo de nuevo, hazte daño antes de que te lo haga a ti.

Delico continuo forcejeando, para aquel hombre la existencia de Midori parecía nula. Aprovechando eso, ella le dio un golpe con el martillo en la espalda, dejándolo inmóvil un momento, Delico lo hizo a un lado, y mientras no veía, se quito las vendas para rasguñarse un brazo, de tal manera que la sangre brotara en mayor cantidad. Midori lo veía un tanto sorprendida, era mucha sangre. De ahí formo una cuchilla, larga y filosa, rápidamente coloco uno de sus pies en la cabeza del asesino, y clavo la cuchilla en su espalda, imposibilitando que este se moviera.

Midori: Tenemos que llamar a los demás.

Delico: Hay un teléfono en la oficina, corre, llévate a la chica, mientras cuidare a estos dos.

Midori: —Asiente, va a la cama y con cuidado toma a la chica, le cuesta un poco cargarla pero logra salir de la habitación—.

Sujeto: Agh —Todavía estaba consciente, pero un poco débil— No, no pueden ganarme, yo...gggh —Intenta pararse, pero esto provoca que la cuchilla resbale por sus entrañas— El problema no es el dolor, solo mis brazos no responden correctamente.

Delico: Tomate tu tiempo, de todas formas no te dejare ir.

Sujeto: —De su pantalón logra sacar un par de dagas discretamente— Vaya habilidad la que tienes, eh.

Delico se abstiene de decir algo.

Sujeto: —Intenta incorporarse de nuevo, pero es en vano—

Delico: No insistas, seguirás haciéndote daño.

Sujeto: —Sonríe, y alcanza a lanzar le las dagas a Delico cerca del pecho, estas logran clavarse en su piel.—

Delico: —Hace un gesto de dolor, dejando a un lado al asesino—

Sujeto: He de confesar que me has hecho la herida más grande de mi vida, acompañara a las demás cicatrices de mi torso jajajaja —Mientras ríe se tambalea, no muestra ninguna señal de dolor, ni siquiera se ha quejado, pero su cuerpo parece no resistir su condición actual.— Es mi turno de hacerte daño. — Saca otro cuchillo de su pantalón— Veamos si tu resistes igual que yo — Corre hacia él, con la intención de clavar le el arma en la zona del corazón.—

Se movió tan rápido que logro acercarse lo suficiente a Delico para hacerle daño, lo miro fijamente mientras sonreía maliciosamente y clavaba el cuchillo con mayor fuerza, Delico solo tenia una expresión de dolor muy marcada en su rostro.







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AAAAAAAAAAAAAAAAAH ahora sí publique más rápido jsjsj.
Ahora sí que empece escribiendo sin ninguna inspiración, y bueno, salió pedazo de capitulo largo(?
Espero publicar el siguiente capitulo antes de que se acabe el año.
Espero los disfruten.
Bye~

Luna


sábado, 10 de noviembre de 2018

14. Cámara Instantánea.

Después de hablar con Delico, Han noto una sensación de vació en su pecho. Se recostó en su cama, mirando el techo en completa oscuridad. Aunque quisiera sepultar muy en el fondo aquellos recuerdos, no podía. De vez en cuando la cara de aquella chica apareció en su memoria, sin motivo alguno se adentraba en el interior de su mente, y le causaba dolor. Lo único que podía hacerle daño, ahí estaba, acompañándolo todo el tiempo, a veces más que otras, pero no se iba.

Cerró los ojos un momento. Suspiró. Tal vez recordar sería útil en este caso, la vida de muchas chicas estaba en sus manos. Si buscara en lo más profundo de su memoria, tal vez encontraría la manera de detener a aquel asesino.


Era una tarde de otoño, Hansel husmeaba entre las criptas de un cementerio, tal vez al leerlas encontraría su nombre, y así recordaría como murió. A lo lejos, una chica de cabellos grisáceos lo observaba. Más adelante, muchas personas vestidas de negro escuchaban atentas y dolidas al Padre, estaban enterrando a alguien. Han pensó inmediatamente que podría tratarse de su cuerpo, y sigilosamente se acerco al montón. En el centro, adornado con coronas de flores blancas, estaba la foto de una mujer. No era él definitivamente.

Entre la multitud, una chica de cabello marrón escuchaba atentamente, sus ojos iban cubiertos con unos lentes de sol. No parecía estar realmente dolida. Entre sus manos había una cartera negra, y en un descuido se deslizo de entre sus dedos al piso.
Han creyó que sería una buena oportunidad para acercarse. Tomó la cartera cuidadosamente, la chica no se había percatado de ello.

Han: Hey — Dice en voz baja— Se te ha caído esto — Le entrega su cartera.
Chica: —Asiente con la cabeza— Gracias.

"Que fría" pensó Han. Por primera vez no insistiría, sabía que no era el momento para sacar sus dotes de ligue.


Han pasado dos semanas desde que fue al cementerio. Para saciar sus penas ha estado tomando desde entonces, en el mismo local, a la misma hora. La cerveza espumosa es uno de los placeres de su nueva vida. La campana de la puerta suena, algunos desvían la mirada a ese punto, incluyendo Hansel, inmediatamente reconoció a la chica. Ella toma asiento en la barra, unos tres asientos cerca de él. Decide acercarse, la chica lo mira sorprendida, al parecer también lo reconoció.

Desde entonces empezaron a frecuentarse más. Hasta que ella le contó sobre su trabajo, y lo que estaba haciendo aquel día que se vieron por primera vez. Han le ofreció ayuda,  y le contó la verdad, sobre su estado actual.

De amigos se convirtieron en compañeros de trabajo, y luego...en algo más. Se encargaban de recopilar informacion sobre un asesino serial, que le gustaba desmembrar a sus victimas, y dejarlas en el peor estado posible.

Los datos no eran siempre concretos, pero todos los llevaban a dos cosas importantes, ojos verdes y colmillos afilados. Parecían datos irrelevantes, pero da la casualidad que hace unos meses hubo una fuga en un psiquiátrico, entre ellos, Victor Bogdánov, un hombre de tez carmesí claro, y ojos verdes, con una sonrisa un tanto inusual.



Aquel día, Hansel había optado por descansar de la investigación. Dejó a Alessia en su departamento, mientras él iba por algo de comer. Caminaba tranquilamente por las calles grises de la ciudad, cuando sumergido en sus pensamientos, se perdió entre las calles hasta llegar a un edificio abandonado, homogéneo con los colores tristes de la ciudad, pero un poco deteriorado por las lluvias.

Luego de retomar el camino, encontró un restaurant chino, era un local pequeño, en la entrada habían lamparas de papel adornando. Entró para pedir comida.

Después de esperar mucho, se dirigió a casa. En el camino pudo ver como un hombre le arrebataba la bolsa a una chica, y aunque no era mucho su estilo de ayudar a extraños sin algo a cambio, sintió un impulso para hacerlo. Con las bolsas entre los brazos, salio corriendo hacia el maleante, logro interceptarlo, y mientras lo sostenía, la policía vino a ayudar. La chica apenada le dio las gracias, como agradecimiento le dio una bolsa con manzanas recién cosechadas.

Cargando con todo, Han sube las escaleras del edificio para llegar a el departamento de Alessia, había perdido mucho tiempo en su recorrido, estaba a punto de dar las 7:30 de la noche, el pasillo estaba oscuro, le pareció extraño, pues sabia que Ale prendía las luces inmediatamente que oscureciera. Saco las llaves de su bolsillo, y cuidadosamente las inserto en la cerradura. La casa estaba en penumbras. Sabia que algo andaba mal.

Dejo las bolsas en la mesa sin hacer ruido. Camino sigilosamente hasta la sala, donde pegaba la luz tenue en el ventanal, y alcanzaba a alumbrar un poco, pero este estaba abierto, el aire helado se escurría entre la casa, y las cortinas revoloteaban suavemente. Escuchó como se caía algo, inmediatamente fue a buscar lo que provoco el ruido...y la vio. Alessia estaba tirada en el piso, su camisa blanca estaba manchada de sangre por doquier. Su nariz estaba destrozada y tenia mucho rasguños en la cara. Inmediatamente Han se hincó para tomar su cabeza, sus manos se mancharon de sangre por el gran charco que había alrededor de su amada, Alessia con las pocas fuerzas que tenia, levanto un dedo, indicándole que volteara hacia allá. Ahí estaba la cámara instantánea que habían comprado no hace mucho los dos. Han notó que su respiración había cesado, la tomó en sus brazos y la abrazo con fuerzas, las lagrimas empezaban a brotar de sus ojos.

Agarró la cámara, pero su mente estaba en blanco, trataba de asimilar lo que estaba pasando. Unos ruidos provenientes de la sala lo hicieron reaccionar, se limpió las lagrimas, con cautela se dirigió a la habitación, pudo observar a lo lejos la silueta de un hombre, este estaba erguido, algo goteaba de su frente, sangre probablemente.

Aunque estuviera herido, parecía no importarle, la luz del exterior que se colaba por la ventana iluminaba sus ojos verde intenso, Han lo observo unos minutos más. De repente pasó por su mente la cámara que sostenía, y sin pensarlo le tomó una foto. Aquel hombre percibió el sonido de la cámara, volteo a ver a donde se encontraba Hansel, y solo sonrío, de inmediato Han se volvió imperceptible para aquel sujeto.

Solo pudo observar como aquel loco escapaba por la ventana, dejándolo solo con el cuerpo inerte de Alessia, y sumergido entre la penumbra y el dolor.




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Ya sabemos la identidad del asesino :0, ¿ya se lo esperaban cierto? xd
Disculpa que me tardara tanto, según iba a publicar en Julio...y bueno, ya es Noviembre :''v
Espero les guste, y también espero no tardar tanto con el próximo capitulo uwu
Bye~

Luna