domingo, 29 de diciembre de 2019

25. Al sur.


Los ojos le pesaban, con dificultad se sentó en la cama. Al ver a su al rededor, una taza caliente de té le esperaba en la mesita de noche. La habitación le causo nostalgia, había estado aquí hace casi un año.

Se asomo a la ventana para ver el tiempo, como recordaba, estaba nublado. Realmente no podía saber la hora, las nubes grises lo hacían incierto.

Tomo su playera de cuello alto, y con delicadeza se la puso. Cuando estaba dispuesto a abrir la puerta del cuarto, alguien más se le adelanto desde afuera. Hansel y Neo lo miraron aliviados, por fin había despertado.

Neo: Cuanto tiempo sin verte viejo amigo. Ya me han contado lo de las cartas, una lastima que no les hayan llegado a tiempo.

Delico: Neo, que alegría verte.

Hansel: Ven, las chicas están en la sala, se pondrán felices al verte.

Con pasos lentos, pues el cuerpo le dolía, llegó a la sala, donde Darkness tomaba café, y Midori leía una revista vieja.

Midori: — Interrumpe su lectura para ver a Delico, los dos comparten la mirada, están feliz de verse el uno al otro—

Delico. ¿Cuantos días estuve dormido?

Darkness: Los suficientes para que Miram te cuidara.

Hansel: Durmió contigo toda la noche, que celos —Dice de broma.

Como si la hubieran invocado, Miram salio de la cocina con una bandeja y más tazas encima.

Midori: Deja te ayudo con eso. — Se levanta de su asiento, tomando la bandeja.

Miram: Gracias Mido. ¡Oh Deli! , al fin estas bien.

Delico: Estoy bien gracias a ti. Disculpa las molestias.

Miram se sonroja un poco, dando pequeñas palmaditas al aire.

Miram: No fue nada, me gusta ayudar, ya sabes.

Neo toma asiento, pero primero bebe un poco de té.

Neo: ¿Qué harán ahora?

Delico recorre la habitación con la mirada, como si buscara algo o a alguien.

Darkness: No podemos regresar a casa, seguro ya saben donde vivimos.

Midori asiente, reafirmando lo que su amiga acababa de decir.

Se quedaron unos minutos en silencio, hasta que este fue interrumpido por el chirrido del timbre. Neo se apresuro a abrir, Daerlix se adentro a la casa, sosteniendo bolsas de compras.

Daerlix: Traje las vendas y el algodón. Mylo y Oli tuvieron que hacer otras cosas, pero te mandan saludos. — Voltea a ver a Delico.

Delico: Gracias, me hubiera gustado verlos.

Hansel: Quien quiere ver a esos dos, cuando tenemos a esta belleza frente a nosotros. — Delico podía jurar que le estaban  brillando los ojos cuando dijo aquello.

Daerlix deja salir una risita, ¿estaba conmovida o apenada? De todas formas, su presencia hacia que le palpitara el corazón a dos de ellos.

Midori suspira derrotada.

Midori: ¿Ahora viviremos en la calle?

Hansel: Una lastima que Sweet Lips quebrara, podríamos haber pedido asilo ahí.

Darkness: No hubiera sido un lugar...apropiado.

Hansel: Pero si muy acogedor.

Midori niega con la cabeza.

Miram: Podriamos buscarles una casa cerca, ¿cierto Neo?

Neo: Su camino no está en esta ciudad. — Se cruza de brazos.

Daerlix: Yo podría ayudarles.

Hansel: Te escuchamos.

Daerlix: Hace unas semanas me heredaron la casa de una tía. Está hasta el sur de la ciudad, además es muy grande, y fría — Se estremece— No pienso vivir ahí. Pero si ustedes la requieren, estaría muy feliz que la ocuparan.

Hansel: Eres un sol. ¡Pues ya esta hecho! Nos vamos al sur muchachos.

Midori: ¿Pero el sur no era una zona que querías evitar?

Hansel: Bueno sí, pero en este momento no estamos para ponernos dignos. — Se encoge de hombros.

Darkness: Sera un cambio gigante. —Suspira.

Delico: ¿Y qué sera de ti Daerlix?...Si, si se puede saber.

Daerlix: No te preocupes por mi, vivo con unas amigas en una residencia cercana. Podre visitarlos y llevarles un poco de fruta.

Hansel: ¡Esplendido!

Daerlix vuelve a reír.

Darkness: ¿Entonces...? Viviremos en la casa abandonada de la tía, a kilómetros de distancia de nuestra casa, ¿sin nada?

Hansel: Podemos ir por nuestras pertenencias, no todas evidentemente. Solo lo necesario hasta que se calmen las cosas.

Midori: Faltan unas horas para el anochecer. Debemos actuar ahora o nunca.

 Los cinco se despidieron de Neo y Miram, haberlos visto fue bastante agradable. Caminaron el mismo camino que habían tomado cuando lo reclutaron, el olor a tierra mojada y la hierba le hacían suspirar.

Hansel: Imagina que tuvimos que hacer todo este recorrido con tu cuerpo inconsciente.

Delico: Lo...lo lamento.

Hansel: Jaja, no te preocupes hombre, todo sea por tu bien. Por nuestro bien.

Midori: ¡Somos una familia!

Hansel: Así es Mido.

Daerlix: Que lindos.

Hansel: No más que tú, guapa. — Le guiña un ojo.

Delico tenia que admitirlo, sentía una presión en el estomago cada que Hansel coqueteaba con Daerlix. ¿Eran estos celos?

El camino fue largo, y agotador. Al llegar al edificio gris y manchado por la lluvia al cual llamaban casa, entraron sin más. Tomaron lo necesario, llenaron escasamente mochilas con sus cosas. El tiempo que estarían fuera era incierto.

El adaptarse a un nuevo hogar les causaba muchas emociones, miedo, curiosidad, esperanza. Lo único que los alentaba era que estarían todo juntos, además habían hecho una nueva amiga.

Delico miro por ultima vez a través de su ventana, la nieve cubría las calles tenuemente iluminadas,la noche abrazaba la ciudad, a decir verdad, extrañaría esa vista.






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Les dejo nuevamente una canción uwu

Espero les guste el capitulo, es cortito y tranquilo, justo para despedir el año.

Muchas gracias por el apoyo que le has dado a mi historia desde hace tres años, vamos por el cuarto.

Sé que Blogger se ha vuelto un lugar solitario, pero de verdad, agradezco muchísimo que entre hasta acá para dejar un comentario tan lindo como siempre <3

Mis mejores deseos para el 2020, y que tengas un bonito fin de año.

Con mucho amor, 

Luna






jueves, 26 de diciembre de 2019

24. Bestia de jade.


Mirara donde mirara, no había escapatoria de frente. Aquel hombre que le tapaba el paso empezó a girar las cadenas, haciendo que las cuchillas rozaran contra el piso, una y otra vez. Delico se quito la chamarra, tenia tiempo que no era necesario auto lesionarse para defenderse.

En su desesperación, y al ver que cada vez las cuchillas se acercaban más y más, opto por morderse la mano, arrancando un poco de piel, haciendo que la sangre empezara a brotar, ¿pero eso sería suficiente?


-
En el camino, Midori corría, corría lo más rápido. Maldecía no contar con un teléfono en esos momentos. La casa estaba a pocos metros, cuando un par de personas le bloquearon el camino, el desfile navideño había empezado.


Delico observo a su oponente, había tomado el mango de los cuchillos, intento impactar el filo contra su torso, pero él lo impidió endureciendo su brazo con su sangre, sin embargo logro perforar un poco su piel, haciendo que aquel liquido rojo cayera al piso.

Delico: ¿Trabajas para Dolce Pianto? — Pregunta ingenuamente, no puede evitar hacer una mueca de dolor, empezaba a arderle.

Desgraciadamente no recibió respuesta. Pero muy en el fondo sabía que era así.


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Le costo un par de minutos pasar por toda la multitud. Finalmente cuando llegó a su destino, los chicos la miraron extrañados, podían sentir su angustia.

Midori: Delico desapareció.

Aquellas palabras fueron suficientes para interrumpir las actividades de sus amigos. Tomaron los primeros abrigos que encontraron y se fueron en marcha.


Al querer defenderse pudo hacer unas cuchillas que salían de su brazo, con eso detenía los golpes de aquellas piezas de Jade. Aunque lograra detener y esquivar la mayoría de los golpes, otros rasguños y heridas superficiales quedaban impregnadas en su piel.

Empezaba a sentirse exhausto, tal vez la perdida de sangre le estaba afectando. Cuando finalmente toco pared de aquel callejón, vio unas escaleras para incendios oxidadas, inestables. Si lograba llegar a ellas, tal vez podría subir a la azotea.

Su rival tomo sus dos cuchillas firmemente, con toda la fuerza las dirigió a la cabeza de Delico, pero este las detuvo con su brazo, y al ver la oportunidad, le clavo una de sus cuchillas de sangre a un costado del estomago.

Le sorprendió que en vez de retirarse, luchaba desesperadamente para devolverle el golpe. Su única oportunidad de distracción había sido saboteada por la perseverancia de aquel chico.


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Le preguntaron a las personas, describían con cada detalle la apariencia de su amigo. Fueron a los locales en los que habían estado, nadie lo había visto. ¿Qué harían ahora?

Hansel: Vamos a separarnos, Darkness, revisa la zona norte del centro, nosotros iremos al sur. Nuestro punto de reunión sera bajo el árbol gigante de navidad. — Saca unos pequeños radios de su pantalón. — Con esto sera suficiente para comunicarnos.

Se separaron como había acordado Hansel, en su trayecto a Darkness empezaron a susurrarle. En este momento, su acompañante de por vida quería hablarle.

Darkness: ¿Qué quieres en este momento?

Demonio: Si yo me quisiera comer a alguien, lo llevaría a un callejón. Así que no seas tonta y busca ahí.

Claro, tenía un punto.

Caminó de cuadra en cuadra, asomándose en cada callejón, hasta que vio a su amigo sometido contra la pared, sus brazos se veían destrozados. La persona que le estaba haciendo daño era muy alta, y sus armas se miraban pesadas. En un impulso, y sin ver claramente que hacer, grito el nombre de Delico.

Los dos voltearon a verla. Perfecto para que Delico se pudiera escapar, haciendo un movimiento rápido tiro a su oponente. Dio un salto, y se subió por las escaleras oxidadas.

Darkness saco su guadaña dispuesta a pelear, pero aquella persona no le tomo importancia a su presencia. Tomo sus cadenas y las lanzo a la azotea, usándola como cuerda para subir.

Darkness: Encontré a Delico, vengan acá. —Dice por el walkie talkie.

Sabía que los demás iban a tardar bastante, así que subió las escaleras deprisa, con la esperanza que siguieran en el techo de aquel edificio. Su amigo se veía exhausto, incluso pálido.

Darkness: Delico — Intenta acercarse para incorporarse a la lucha.

Delico: Darkness, gracias que estas aquí.

Darkness observa que la persona con la que está luchando, está igualmente herida.

Darkness: Has hecho buen trabajo, deja me encargo yo ahora.

Delico: No, lo haremos los dos juntos. — Se incorpora para seguir luchando.

El portador de la mascara deja salir una carcajada.

Darkness sale primero, haciendo chocar su guadaña con las cuchillas del oponente. Y nuevamente, le empiezan a susurrar. — La mascara, quitarle la mascara.

Darkness dirige todos sus golpes a la cara, con las intenciones de romper lo que cubría el rostro del muchacho.

Al ver los movimientos de su compañera, entendió lo que trataba de hacer, así que, con sus ultimas fuerzas, saco unas cuchillas de sus brazos, y con un golpe certero, agrieto la mascara.

Finalmente, Darkness termino de romperle un pedazo de ella, dejando al descubierto medio rostro.

Al hacer esto, el chico se tapo la cara, dejando que Delico le clavara una cuchilla en la pierna izquierda.

Se quedaron en silencio un momento, la noche los abrazaba, las estrellas se asomaban como si quisieran ver aquel espectáculo, las corrientes frías de aire hacían temblar a Delico, las heridas empezaban a dolerle cada vez más.

Y en ese instante de paz, escucharon pasos. Las escaleras vibraban, los dos se pusieron en posición de ataque, dándole la espalda al chico moribundo y herido.

Para su sorpresa, eran sus amigos.

Darkness suspira aliviada.

Delico: ¡Chicos!

Midori: ¡Deli! —Lo abraza, pero su amigo hace un gesto de dolor. — Lo siento, lo siento.

Hansel: ¿Y el cadáver? — Dice de broma, al ver que estaban completamente solos en el techo.

Delico: No está muerto, está justo atrás — Voltea, pero se lleva la sorpresa de no encontrar nada. — Maldición.

Darkness: Escapo, ¿pero cómo? — En su cabeza, la misma voz que la atormentaría toda su vida le susurra — Tienen a la oscuridad de su lado.

Aquel momento se vio interrumpido, las escaleras volvieron a vibrar, una chica subía con dificultad.

Darkness: ¿Quién es ella?

Midori: Oh, ella, fue la última persona con la que interactúo Delico.

Chica: Lo estaba ayudando, pero de repente se esfumo.

Darkness solo la mira.

Chica: Yo.. Me llamo Daerlix, un gusto. — Mira a Delico, quien estaba estupefacto.

Aquella chica que le había robado la mirada, realmente existía. Su corazón empezó a palpitar muy fuerte, sentía las orejas rojas, todo se calmo hasta que su vista se nublo completamente.



-
Mientras tanto, en algún otro callejón de la gran ciudad, dos chicos conversaban.

Orfeo: Te salve el trasero Guido, wow, salve a la gran bestia de jade. — Dice orgulloso de sí mismo. —¿Crees que me den un aumento por salvarle la vida al hijito del jefe?

Guido se incorporó aún mal herido, aquellas palabras le habían hecho enfurecer, tomo una de sus cuchillas y amenazo a su compañero.

Guido: A ver, imbecille, no soy el maldito hijo del jefe, que te quede claro. Si me salvaste es por que así te lo ordenaron, no te metas conmigo.

Orfeo no se inmuto aunque tuviera la cuchilla demasiado cerca de la garganta. Solo se limito a asentir, y de un momento a otro, la oscuridad los consumió a los dos.







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Me apure en publicar para que Xime publique pronto >:3
Mi intención es subir otro capitulo antes de que se acabe el año jiji, así que todavía no me voy.

Cualquier duda pueden escribirla abajito, siempre y cuando no sea un spoiler xd
¿Qué les pareció?

Gracias por leer~

Luna

lunes, 23 de diciembre de 2019

23. Luces de Navidad.


Como olvidar esta epoca del año. De niño, Delico y su abuelito adornaban el viejo pino frente a su cabaña. Esferas, copos de nieve, luces de colores. Eran buenos tiempos.

En la sala, Midori desenreda con dificultad una serie de luces, a su alrededor hay cajas llenas de objetos de colores, Delico le ayuda a separar las esferas en buen estado de las rotas.

Tras aquel viaje, no podía evitar sentirse triste. Y sí, los chicos lo habían notado, así que propusieron decorar la casa para alegrar un poco el ambiente.

Midori: Esto es demasiado complicado, aaaah — Suspira un poco frustrada— ¿Cómo vas Deli? — Dice volteando a ver a su amigo, con la esperanza de que no esté igual de estresado.

Delico: Hay más esferas rotas — Dice decepcionado.

Midori: Eso significa solo una cosa, ¡Tenemos que ir de compras! — Su rostro se ilumina.

Delico: ¿Segura? Afuera está nevando.

Midori. Por eso tenemos ropa calentita. ¡Vamos! — Se levanta de un brinco, entusiasmada toma a su amigo del brazo.


Antes de salir de casa, tomaron un poco de chocolate caliente que había preparado Darkness. Se dirigieron al centro, aunque la ciudad siempre es un lugar triste y gris, en épocas de invierno siempre se ilumina de colores. Muchas personas salen y entran de las tiendas, los cafés están llenos, las risas de los más pequeños mientras juegan con la nieve es agradable.

Midori: Hay mucha gente, pero por la hora no creo que sea buena idea que uses la mascara, llamaremos mucho la atención.

Delico: No hay que tardarnos mucho, evitemos problemas.

Midori asiente. Su primera visitas fue a una tienda de esferas. Ahí observaron todos los diseños y tamaños existentes.

Saliendo de la tienda, la nieve empezó a caer más fuerte, haciendo que buscaran refugio en una cafetería cercana. Había mucha gente esperando lugar, así que no quedaba de otra que hacer lo mismo. Mientras tanto, escuchaban con gozo la interpretación de una banda que tocaba en el local.


Finalmente la tormenta de nieve terminó. Toda la multitud que se había refugiado en distintos comercios empezaron a salir, haciendo consigo un caos.

Midori: No te separes mucho Deli, todavía tenemos que comprar luces. — Lo toma de la mano, y entre la gente, empiezan a moverse con dificultad.

Diferentes rostros pasaban fugazmente por sus ojos, solo podía sentir como era arrastrado y empujado. Y entre el alboroto, unos ojos le hicieron perderse.

Sin darse cuenta soltó la mano de Midori, y empezó a seguir lo que lo había cautivado. Hasta encontrarse en medio de todo, reacciono, había perdido a su amiga.

Mientras intentaba ubicarse, sintió como alguien chocaba suavemente con él. Al darse la vuelta, aquellos ojos bonitos lo hicieron sonrojarse un poco. Una chica de porte elegante y coqueto pedía disculpas.

???: Disculpa, es imposible moverse entre tantas personas.

Delico contempla el rostro de aquella chica antes de reaccionar.

???:  Pero está bien, así pude dar contigo.

¿Había escuchado bien? Sacudió la cabeza para asegurarse que no estaba en un sueño. Tomo aire y se limito a contestar.

Delico: No te preocupes.

La chica asientes mientras le regala una sonrisa.

???: ¿Estás perdido?

Delico: No, no. Bueno — Mira a su alrededor— Perdí a mi amiga.

???: Oh, ¿necesitas ayuda?

Delico: Creo que sí.— La mira avergonzado — No es necesario que te quedes a ayudarme, pero agradezco la intención.

???: No hay ningún problema, me sentara bien ayudar a un chico tan lindo como tú.

Delico se volvió a ruborizar. La chica lo tomo del brazo, y caminaron juntos hasta encontrar a Midori.
Lo que estaba pasando parecía un sueño. Y aunque pasaron por todos los locales, buscaron en todas las bancas, no lograron hallarla.

Delico: Tal vez regreso a casa.

???: ¿Seguro? Podemos seguir buscando si quieres.

Delico: No quiero disponer más de tu tiempo, además ya esta anocheciendo. Puedo llevarte a casa si gustas.

???: Gracias, que lindo. — La chica sin pensarlo, se abalanzo hacía él, pasando sus brazos por su cuello, acerco sus labios lo más que pudo a su oreja, esto le puso los pelos de punta a Delico. Con dulzura le susurro. — Voltea.

Aquel cálido momento se vio interrumpido por una corriente helada. La chica se esfumo, y en cuestión de segundos las calles llenas de vida, se había limitado a un callejón oscuro.


Mientras tanto, al otro lado del centro, Midori gritaba desesperadamente el nombre de su amigo. —No, no, ¿cómo lo pude perder? — Se lamentaba una y otra vez. — Tengo que ir con Hansel y Darkness.


Delico volteó como la chica se lo había indicado. Al otro extremo del callejón había alguien tapándole el paso. Su rostro estaba cubierto por una mascara, sostenía dos cuchillas pegadas a unas cadenas. Lo único que alumbraba, eran las luces cambiantes de navidad que adornaban las calles.





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Espero les guste.

¿Qué hará Deli ahora? ¿La chica fue en algún momento real?
¿Quién es esa persona? ¿Es buena, es mala?
Eso lo sabremos hasta el próximo capitulo, tal vez hasta el próximo año, depende.

Por ahora solo me queda decirles, que tengan una bonita Navidad.
Gracias por seguir mi historia.

Luna





viernes, 6 de diciembre de 2019

22. Cartas extraviadas.


Como cada mañana Hansel revisa el correo. Sostiene un cigarro con los labios, toma el montón de cartas y lee el remitente de una por una. Para su sorpresa, habían tres cartas de Neo, los sobres estaban maltratados, incluso el color blanco se miraba amarillento ahora.

Sube a la sala de estar, ahí están los demás, Darkness lee como de costumbre, mientras tanto Midori juega con el cabello largo de Delico.

Hansel: Tenemos cartas de Neo —Dice, mientras menea los sobres en el aire.

Darkness: ¿De Neo? — Interrumpe su lectura para ver sorprendida a Hansel—.

Hansel: Ha de ser importante, pero me sorprende la calidad del sobre, por lo que recuerdo es un tipo muy especial.

Midori: No ha de ser su culpa, tal vez el cartero maltrato mucho los sobres.

Delico asiente, refirmando lo que su amiga acababa de decir.

Hansel: Bueno, que más da. Abramos esto de una vez.

Al cortar los sobre de las tres cartas, se dan cuenta que la fecha más reciente era de hace dos meses.

Hansel: Creo que ahora comprendo porque estaban en tan mal estado, esto es coreo atrasado.

Darkness: ¿Y qué dice?

Hansel se concentra en el cuerpo de la carta, por como cambio su expresión, definitivamente no era algo bueno.

Midori: ¿Y bien?

Hansel: Delico...Neo habla sobre tu abuelo, él — Traga saliva, era difícil de decir— Está enfermo.

Delico queda estupefacto, más que la enfermedad, su corazón latía más fuerte al saber que estaba con vida, tras aquel fatídico día, solo recordaba como aquellos hombres iban lastimando a la gente solo para dar con su paradero, tuvo que abandonar su casa lo más rápido, en ese entonces lo que le pasó a su abuelo era un completo misterio.

Hansel decide entregarle las hojas a él, para que terminara de leer todo lo que Neo relataba.

Delico: Tengo que volver.

Hansel: Hey, sé que es grabe, pero piensa que el lugar puede estar vigilado. No podemos exponernos.

Delico: ¿Entonces qué se supone que haga? No puedo dejarlo solo...ni si quiera sé si sigue en este mundo.

Darkness: Tranquilo, apoyo que vayamos con tu abuelo — Mira a Hansel— Creo saber dónde ir para arreglar lo de la vigilancia.

Hansel: Creo que ya sé con quien, no pienso regresar ahí.

Midori: ¿De qué hablan? ¿ A dónde vamos?

Darkness: Tengo una conocida, ella puede cambiarnos de apariencia, se dedica...

Hansel: A LA BRUJERÍA, pensar en su presencia me estremece.

Midori: Uy, suena interesante.

Delico: No es necesario que me acompañen chicos, puedo ir solo.

Midori: No no no, quiero conocer a tu abuelito.

Hansel: Es peligroso.

Midori: Shhhh, nosotros te apoyamos Deli. La familia es la familia.

Delico: Gracias chicos.


A medianoche se encaminaron a los barrios bajos, donde podías encontrar todo tipo de negocio. Entre ellos, la brujería. La conocida de Darkness ya los había ayudado, pero solo en ese entonces cuando Hansel y ella trabajaban juntos.

Darkness: Llegamos — Hace parada en una fachada lúgubre.

Midori: Que...curioso lugar.

Darkness: Es como sentirse en casa — Entra al lugar, en medio, una mujer de cabello revoltoso los esperaba — Cuanto tiempo Bríd.

Bríd: ¿Tú crees? Tiene años que no te veo linda. Ahora traes a más gente, ¿en qué los puedo ayudar?

Darkness: Necesitamos cambiar de apariencia, al menos que dure un día.

Bríd: Ya ya, puedo hacer eso. Pero les costara caro, aunque puedo hacerles un descuento por ser cuatro.

Darkness: Nosotros nos acomodamos a tus precios.

Bríd: ¿Más o menos como quieren verse?


Tras una larga espera, los cuatro salieron de aquel lugar. Bríd les había advertido que su menjurje no sabia bien, podría tener efectos secundarios, y una vez tomado, los cambios no desaparecerían hasta pasar 24 horas.

A medio día, con sus nuevas apariencias, tomaron un bus que los dejaba en la ciudad vecina, donde Neo, Oliver, Mylo y Miram vivían. La ciudad seguía igual de gris, el cielo no se veía ni un poco diferente desde la ultima vez que estuvieron ahí.

Llegar a las montañas no era fácil, la única forma era a pie, y si les iba bien, podrían encontrarse al señor Ben con su vieja camioneta.

Pero este no fue el caso. El camino marcado para subir a aquel pequeño poblado era largo, Delico todavía podía oler su sangre mezclarse con los charcos de los hombres que había asesinado para salvarse.

Y finalmente, llegaron. El lugar no había cambiado mucho, hacía casi un año que abandono su hogar. Las personas los miraron extrañados, era cierto que ya no llegaba mucha gente nueva, menos jóvenes.

Sin importarles mucho las miradas, los cuatro se dirigieron a la casa del señor Toov. Y ahí estaba, Delico toco suavemente la puerta, la señora July les abrió.

Sra. July: ¿Quienes son ustedes?

Hansel: Somos conocidos del señor Toov, recibimos unas cartas sobre su estado de salud.

Delico: Necesito ver a mi abuelo...

Sra. July: ¿Tu abuelo? Pero si el señor Toov no tuvo hijos... A no ser que...No —Observa a Delico con cuidado, era cierto que su apariencia no era la misma, pero su porte, y sus ojos eran inigualables— ¿De...Delico?

Asiente, la voz quebrada de la señora July, lo había hecho sentirse triste.

July: ¿Qué paso? ¡Estás tan cambiado! Es peligroso, no pueden quedarse mucho tiempo aquí, esos hombres, malditos, vienen a patrullar en las noches.

Delico: Lo supusimos, por eso luzco así.

July: Pasen, pasen, tienes mucho que contarme.


Luego de una taza de té, y muchos detalles, Delico fue apto para pasar a ver a su abuelo. Este descansaba en su habitación, su mesita de noche estaba llena de medicamentos. Verlo así le partió el corazón.

Acerco un pequeño banco y lo coloco a un costado de la cama. Observo un rato a su abuelo, hasta que se atrevió a hablar.

Delico: Abuelo, soy yo, Delico. — Se dirige a él de forma amena, aunque en ese momento solo quería llorar— No sabes lo mucho que estaba preocupado por ti, fue duro dejarte sin asegurarme que ibas a estar bien. No puedo quedarme mucho tiempo, creo que te imaginaras por qué. — Suspira— Estoy completamente agradecido por todo lo que hiciste por mí, me frustra saber que no puedo hacer lo mismo por ti. — Se levanta del banquito para acercarse a su abuelo— Te amo abuelito. — Le da un beso en su frente arrugada.—


Por lo que les había dicho July, no podían quedarse más tiempo, los de Dulce Pianto podrían llegar en cualquier momento, y al ver gente desconocida, seguramente no se salvaban de un interrogatorio. Aunque antes de irse, Delico escribió un par de cartas sobre todo lo que había hecho, sobre las personas que había conocido, y a todo lo que tenia que enfrentarse. Se las dejo a la Sra. July, para que en algún momento, se las pudiera leer a su abuelito.







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Pues, aquí tienen otro capitulo enfocado en Deli y su abuelito uwu
Estaba tentada a hacer esto más sad, pero mejor no, que afán tengo de hacer sufrir a mis personajes xd.

Espero les guste, tal vez haga un especial de navidad, ahora sí que mientras escribo todo lo bonito y tranquilo, porque ya se viene lo difícil (?

Gracias por leer~

Luna






domingo, 17 de noviembre de 2019

21. Bloodmoon.


La nieve tapaba todo el follaje del bosque, la pequeña cabaña del señor Toov apenas y se mantenía caliente. Un pequeño reposa cerca de la chimenea en una cuna improvisada, hecha con restos de madera recién talada. 

El cobertor que lo cubría era de color azul cielo, y con letras plateadas finamente bordadas, estaba el apellido Bloodmoon. 

Tener a un bebé en casa era algo nuevo para el señor Toov, él y su esposa no habían tenido la dicha de tener un hijo, y menos después que su esposa falleciera. Pero la llegada de aquella personita parecía un regalo divino — Tal vez Rebeka me lo mando, cuidarlo ha de ser mi propósito —.


Con el tiempo el señor Toov se encariño con el pequeño, decidió llamarlo Delico, pues su abuelo portaba ese nombre, y fue un hombre muy respetado por la gente, además de poseer un gran corazón. 

Sin embargo, su relación no era de padre e hijo, sino de nieto y abuelo.


Delico no tuvo ningún problema en crecer en las montañas, le encantaba el estilo de vida que llevaban, recoger leña, trepar arboles, comer de los frutos que daba la vegetación de la zona. El frío en las mañanas y en las noches, poder disfrutar de las tardes soleadas, sentados fuera de su pequeña cabaña. De cierta forma, sus orígenes no eran causa de quitarle el sueño, vivía ocupado y distraído, no había tiempo de pensar de dónde venían los Bloodmoon.

Se mantenía seguro y consentido, las señoras siempre eran muy lindas con él, y los señores le enseñaban sobre diversos temas. Era el único niño de la comunidad, pues la mayoría eran ancianos, o gente mayor huyendo de la estresante vida de la ciudad. 

Su presencia siempre causaba revuelo, por su edad, y por sus rasgos físicos. Además de poseer un tatuaje en uno de sus brazos, era algo vistoso en un niño. Nadie lograba asimilar que significaban aquellas marcas tribales. Realmente nadie tenia idea o conocían algo sobre el apellido que arrastraba Delico.


La llegada de la primera luna de sangre le hizo reflexionar. Las extremidades le ardían, y sus venas se marcaban cada vez más. Inmediatamente creyeron que se trataba de una enfermedad, pero realmente era una señal de donde pertenecía, de quien era.

Todo fue más claro cuando sufrió de un accidente, las heridas eran profundas, y la sangre brotaba demasiado, pero fue cuestión de segundos para que esta cesara. ¿Acaso tenia poderes de curación? Sí, parece lo más lógico, pero no era así, no exactamente.

Anciano: Parecerá una locura, pero, ¿Y si controla su sangre?

Señora: No digas tonterías, ¿qué clase de poder es ese? 

Toov: Dejemos de especular, todos lo vieron, ¿o hace falta que se los vuelva a enseñar?

Delico no prestaba mucha atención a la discusión de adultos, se distraía con un pequeño hilo de sangre que salía de su dedo, podía volverlo a un estado solido, o liquido, dependiendo de lo que quisiera. 

Entre susurro, otro grupo de ancianos discutían sobre el tema.

Anciano: Toov lo encontró hace 14 años, ¿no fue cuando los portadores de Bloodcontrol fueron declarados extintos?

Anciano 2: Tiene sentido, es que somos despistados, el apellido lo dice todo.

Anciano: Había una tribu, ¿no?, ¿qué les pasó?

Anciano 3: Los mataron a todos, decían que eran un peligro, si mutaban con otras habilidades podrían ser invencibles.

Anciano: ¡Todo por el miedo a cosas que no están seguros que pase! Que rabia.

Anciano 2: Delico ha de ser el único sobreviviente.

Anciano: No es seguro eso, pero no puedo descartar lo.


Desde entonces, los rumores de sus poderes y orígenes empezaron a correr por el pequeño pueblo, y sin querer, algunas historias habían llegado a la ciudad más cercana. 

Costaron 5 años para que las historias llegaran a la familia Dolce Pianto, ¿un chico que podía controlar su sangre? ¿Esta podría ser la oportunidad para Don Tiziano de recuperar su salud? No tenia que preocuparse de su corazón débil, siempre y cuando pudiera controlar su sangre.

Fue entonces que mando a buscar a Bloodmoon, perturbando su paz, y su tan aclamada vida en las montañas. 







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Esta vez les dejo una canción, creo que queda muy bien con la historia. 
Hasta ahora, Delico sigue sin saber sus raíces. 
De todas formas espero les haya gustado, y aprendido un poco sobre nuestro protagonista <3
Cualquier duda estoy para resolverla, siempre y cuando no sea un spoiler jiji

¿Qué les parece el nuevo diseño del blog?

Con amor,

Luna

domingo, 27 de octubre de 2019

20. Mi más Grande Deseo.


Tras una enorme ventana decorada con unas hermosas cortinas de seda, un hombre de aspecto duro observa el jardín. El jardinero poda los arbustos, mientras que sus otros trabajadores hacen mantenimiento a las fuentes.

 Aquel hombre es el claro ejemplo de poder tenerlo todo, pero a la vez nada. Nunca se caso, por consecuencia tampoco tiene hijos, la amargura en su corazón lo consumió, generándole una enfermedad cardiovascular.

Solo vive para su trabajo, esto ha tenido méritos, pues ahora su familia es de las mejores posicionadas en la ciudad, su nombre causa revuelo y miedo, el mercado está controlado mayormente por ellos. Sus aspiraciones son grandes.

Una puerta azotarse lo saca de sus pensamientos, al otro lado está un joven —no tenia mucho que se había unido a la familia—, su entrada le causa un poco de molestia.

Marco: Don Tiziano — Es interrumpido abruptamente—

Don Tiziano: ¿Qué carajo te he dicho de entrar así?

Marco: Disculpe, acepto mi error.

Don Tiziano: Qué quieres Marco —Se sienta en un pequeño sofá.—

Marco: Tenemos más información acerca de Hansel y compañía.

Don Tiziano: Te escucho — Le lanza una mirada y un ademan haciéndolo entender que se sentara—

Marco toma asiento y se aclara la garganta. — Los han visto cerca de aquí, pero dónde estuvieron exactamente es un misterio.

Don Tiziano: ¿Y solo para eso me has molestado?

Marco: No, no. Tenemos otra cosa, la ubicación del grupo, se cree que viven en el distrito norte de la ciudad, algunos hombres están designados en la zona. Cualquier movimiento nos avisaran.

Don Tiziano: Bien, si ves a Costantino, avísale que quiero verlo.

Marco: Entendido Don Tiziano —Se levanta y sale por la puerta, pero está vez cierra con cuidado. —

Don Tiziano se hunde más en el sillón. Dar con Bloodmoon le carcomía los pensamientos. Seguía un poco incrédulo, teniendo mayor control en la ciudad, ¿cómo era posible que tardaran tanto en saber su ubicación? Eso le decía una cosa, la gente con la que está no se andan con juegos.

Un hombre alto y delgado, de aspecto elegante entra a la habitación.

Costantino: ¿Me buscaba Don Tiziano?

Don Tiziano: Sí, que gusto verte en mi oficina, se supone que debes estar aquí siempre —Dice con tono serio— Pero no me voy a meter en tus asuntos, Costantino.

Costantino: Discúlpeme Don, he estado ocupado trabajando en la nueva ruta que piensa abrir, para la otra ciudad...

Don Tiziano: Sí sí sí, la ruta, la había olvidado. Ya deberías saber qué te voy a pedir.

Costantino: Prefiero escucharlo de su boca antes de darlo por hecho.

Don Tiziano: Necesito que contactes a Guido, dile que lo necesito en el norte de la ciudad, el dinero se lo mandare después.

Costantino: Sí señor. ¿Necesita algo más?

Don Tiziano: Un trago.



Mientras tanto, Delico dormía plácidamente. Midori, Darkness y Hansel entran discretamente a la habitación, se colocan al rededor de la cama de su amigo, para después, con toda la emoción decir: —¡Sorpresa! — Aquello hizo que Delico saltara, casi cayendo de donde dormía.

Delico: ¿Chicos, qué es todo esto? —Bosteza—

Midori: Te hicimos un pequeño pastel.

Delico: Gra...gracias. ¿Pero por qué? Que recuerde hoy no es mi cumpleaños.

Midori: No lo es, pero mira —Apunta a un lado del patel—

Delico observa con dificultad, el merengue tapaba lo que se suponía tenia que ver. Pero al acercarse más, descubre que hay una pequeña llave plateada.

Delico: ¿De dónde es esta llave? —La toma con cuidado—

Midori: ¡Ya no tendremos que compartir cuarto!

Delico: Veo que estas muy emocionada por desacerté de mi.

Midori: No digas eso —Lo abraza— Es que roncas mucho —Dice mientras se ríe un poco.

Delico: ¡Jajaja, no ronco, no seas así!

Midori: Jajaja.

Hansel: Todos merecemos tener nuestro propio espacio, espero te guste, es hasta más espacioso que nuestras habitaciones.

Delico: No tenían por qué chicos, de verdad podía dormir en algún sillón.

Darkness: Shh, tuvimos que deshacernos de muchas cajas con cachivaches para adaptar tu habitación, has que nuestro trabajo valiera la pena.

Delico: Claro que vale la pena —Se levanta de la cama, abraza a sus amigos con muca fuerza y cariño— Gracias.

Tras subir una escaleras, llegan a una habitación con paredes blancas, era verdad, tenia mucho espacio. Pero lo mejor de todo, era la vista, la ventana no era muy grande, daba a unas escaleras contra incendios, donde fácilmente podía salir al la calle ubicada detrás del edificios, aunque no era realmente necesario su uso.

Midori acerca el pequeño pastel, una velita de color verde estaba incrustada en el medio, una llama bailoteaba en la punta.

Midori: ¡Pide un deseo!

Delico: Deseo que todos podamos aprender a ser felices —cierra los ojos, aprieta la palma de las manos, y tras una bocanada de aire, apaga la vela.—


Y al otro lado de la ciudad, en la lujosa mansión resguardada por centenares de hombres, Don Tiziano ahogaba sus penas en su oficina, con botellas de alcohol. — Deseo encontrar a Bloodmoon lo más pronto posible—.








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Ahora sabemos un poquito más sobre Don Tiziano, pronto subiré fichas de la familia, estén atentos a las paginas del blog
—>

Y pues sí, ya llegué a los 20 capítulos, yey.
Gracias a la personita que siempre me lee y comenta <3 

Espero no tardar tanto con la próxima entrada. 
Bye~

Luna

lunes, 14 de octubre de 2019

19. Amor de Hermanos.


Era difícil encontrar las palabras correctas, ¿qué le dirías a alguien que esta apunto de ser remplazado descaradamente? Midori observa a Ren en silencio, no piensa decir nada hasta que la otra chica pronuncie palabra. Mientras tanto, Darkness esta en la sala de estar, a punto de entrar en sueño, cuando de repente escucha un grito, no era voz de mujer, seguramente Simon estaba teniendo problemas. Se levantó de su asiento para buscar la ubicación de aquel chico, que tal si estaba muriendo, eso no le convendría a nadie.

Tras revisar algunas habitaciones cercanas, halló una pequeña puerta con escaleras abajo. Ahí estaba Simon batallando con piezas metálicas en forma de extremidades. 

Darkness: ¿Necesitas ayuda?

Simon: No, no. Gracias, solo me está doliendo la cabeza.

Darkness: ¿Para qué es todo esto?

Simon: Estoy creando algo.

Darkness: Eso es más que obvio querido.

Simon: Es para Ren.

Darkness: ¿Le construyes un amigo?

Simon: Le construyo un nuevo cuerpo.

Darkness: Un autómata, ya veo. ¿Pero para qué sustituir su cuerpo actual?

Simon: Temo que este se...pudra. Es un cuerpo muy delicado, Ren es muy extrovertida...le encanta andar por ahí, quiero darle algo mejor.

Darkness: Muy lindo de tu parte, aunque me intriga como podrás pasar sus memorias a eso — Señala el cuerpo a medio hacer —.

Simon: Estoy trabajando en ello. Ya he pasado por algo similar, y estoy dispuesto ha volver a hacerlo si las cosas no salen como esperaba.

Darkness: Un poco egoísta de tu parte, ¿Ren sabe algo de esto?

Simon: No, yo...agradecería que me dejaras solo, necesito trabajar.

Darkness: Claro, disculpa.

El dolor de cabeza volvía a ser presente, cada vez mas intenso. Al querer sostenerse de algo, Simon tropieza con una de sus herramientas y cae golpeándose en la nuca. Se siente un poco mareado, observa el techo dar vueltas. — Sakura,...Sora — Cierra los ojos repentinamente, la cabeza le seguía doliendo.


Y ahí estaba, encerrado en cuatro paredes, su estado era deplorable, la cuenca de su ojo seguía sangrando, sus heridas ardían. ¿Qué había hecho para merecer esto? Sora lo mira desde la otra esquina, sus hermanas se encontraban en un estado similar, morían de hambre y de sed.


Nuevamente abrió los ojos, su taller seguía igual, se levanto con cuidado del piso y se sacudió un poco. Aunque quisiera aquellos recuerdos lo atormentarían siempre, aun pasados los años, el dolor podía venir e ir cuando menos se lo esperara.


Midori regresaba de charlar con Ren, se encontraba algo decaída por la situación. Darkness había vuelto a su asiento, algo adormilada, interrumpe su estado para hablar con Midori.

Darkness: ¿Qué tal está?

Midori: Decaída, Simon no es tan bueno como digamos.

Darkness: ¿Qué sucedió?

Midori: Simon quiere remplazar a Ren con una nueva "hermana", supuestamente porque Ren se esta pudriendo.

Darkness: Pfff, creo que aquí hay un mal entendido, ¿cómo se entero Ren?

Midori: ¿Un mal entendido?, bueno, encontró notas de Simon.

Darkness: Ya veo, creo que hay que hacer que esos dos hablen claro.


Recordar como asesinaban a sus hermanas lo estremecía más que recordar como lo despojaban de su brazo y pierna, aquellos grito, la sangre...Dios, ¿por qué recordar todo eso ahora? ¿Por qué era inevitable asociar todo eso con su insoportable dolor de cabeza?

Decidió salir a tomar un poco de aire, subió torpemente las escaleras, fue a la cocina por un vaso de agua y una pastilla para el dolor.

Mientras vagaba por la casa, escucho a alguien llamarlo, la voz venia de la habitación de Ren.

Ahí estaban los cuatro, las chicas lo observaban, casi podía sentir la mirada de Midori atravesarse por su pecho para matarlo.

Simon: ¿Pasa algo?

Ren: Ya lo sé todo, ¡quieres reemplazarme! — Grita con todo el dolor imaginable—

Darkness: Los dejaremos solos —Toma a Midori del hombro y se retiran del cuarto.

Simon: ¿Pero de qué hablas? ¿Qué te dijeron?

Ren: Ellas no me dijeron nada, encontré tu libreta con todas esas anotaciones. Para eso quieres el corazón, para crear a mi remplazo.

Simon: ¡No! No es así Ren.

Ren: ¿Entonces? —Sus lagrimas empezaban a brotar de sus ojos bicolores.

Simon: Sí, estoy creando un nuevo cuerpo, pero es para ti. Temo que en algún futuro tu cuerpo ya no te sirva, por eso estoy construyendo este, para que puedas moverte libremente sin temor a que te deszocas y pierdas mas sangre.

Ren: Me gusta mi cuerpo... ¿Qué no me habías dicho que estoy hecha de dos personas muy importantes para ti?

Simon: Sí, sí lo estas. Eres mi hermana...mis hermanas.

Ren: Y quiero seguir siéndolo.

Simon: Ren....

Ren: Por favor, por favor.


Después que la policía los encontrara, Simon estaba hecho un desastre, se había despedido de su brazo derecho, su pierna izquierda y uno de sus ojos. Sus hermanas tampoco acabaron completas...tuvo que ingeniárselas para tomarlas del forense. Aun con todo el dolor que sentía, nada le impediría traer a sus hermanas de vuelta, más teniendo el remordimiento que por su culpa ellas ya no estuvieran en vida.


Simon abrazo fuerte a Ren, no olvidaba por todo el infierno que tuvo que pasar para traerla a la vida. Fue toda una experiencia. ¡Su mayor logro! Cómo hacer caso omiso de su primera palabra, tendría partes de Sakura y Sora, pero Ren se volvió un ser completamente ajeno a ellas, ahora era su única hermana, y solo eso importaba.

Las cosas se habían calmado, para pasar aquel rato de rabia y confusión, optaron por tomar algo de té. Delico y Hansel llegaron pocas horas después, el robo del corazón había sido todo un éxito, pero la sorpresa de que ya no lo necesitaban fue un golpe bajo.

Como paga, podían quedárselo. Era valioso, demasiado, ese corazón era capaz de darle vida a cualquier objeto, incluyendo a cualquier cadáver.


Aquella tarde era agradable, el viento soplaba con mayor intensidad, este era helado, pero los tenues rayos de sol reconfortaban aquella fría sensación. Los arboles bailoteaban, el cielo empezaba a perder su color azul para convertirse en un amarillo anaranjado. El verano se había ido, y con él las tristezas.

El sonido de una pala clavarse en la tierra se hacía presente en aquel valle. Una tras otra, la tierra azotándose en el suelo se escuchaba mientras se combinaba con el silbido de las hojas. Seis personas se reunían para despedirse de alguien, o algo.

Lo que se suponía sería el nuevo cuerpo de alguien, ahora solo eran piezas bajo tierra.










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¡Espero les haya gustado!
Si se llegaron a perder un poco y notaron que Simon estaba en otro plano, es porque son flashbacks de él uwu.
Aprecio mucho que comenten, si eres nuevo por aquí no dudes es suscribirte :D

Por otra parte, estoy trabajando en un proyecto, los invito a que se pasen por ahí:
All Together: Blogger.
Solo es tener de referencia un lugar donde podamos reunirnos y apoyarnos como escritores de Blogger.

Sin más que decir, me despido.

Luna



jueves, 3 de octubre de 2019

18. Corazón Mecánico.


Aquella tarde era agradable, el viento soplaba con mayor intensidad, este era helado, pero los tenues rayos de sol reconfortaban aquella fría sensación. Los arboles bailoteaban, el cielo empezaba a perder su color azul para convertirse en un amarillo anaranjado. El verano se había ido, y con él las tristezas. O eso creían.

El sonido de una pala clavarse en la tierra se hacía presente en aquel valle. Una tras otra, la tierra azotándose en el suelo se escuchaba mientras se combinaba con el silbido de las hojas. Seis personas se reunían para despedirse de alguien, o algo.

¿Cómo llegaron hasta aquí?


Tras recuperar el ritmo de la cotidianidad, Hansel, Delico, Darkness y Midori estaban listos para continuar con el trabajo. Su última misión no había salido como lo planeado, y aparte de afectarlos emocionalmente, también perdieron buena suma de dinero.

Las cartas se acumularon en ese tiempo, los sobres eran de todo color y tamaño, por eso un simple sobre blanco y arrugado fue lo primero en captar la atención de Hansel.

Hansel: Chicos, creo que tengo nuestro primer trabajo otoñal — Llega la sala de estar donde los demás lo aguardaban.

Midori: Que bien, esto de no ponernos en acción me empezaba a aburrir.

Darkness: A todos. — Confirma con un tono serio, típico de ella.

Hansel: —Se deja caer al sillón, donde procede a romper el sobre y sacar la carta.—

Delico: ¿Qué dice?

Hansel se aclara la garganta, y con el mejor tono de voz comienza a leer.

Saludos.

Por este medio pido atentamente de su ayuda. Llevo meses trabajando en un proyecto, pero mis condiciones no me dejan terminar. Necesito que busquen algo para mí, el lugar donde se encuentra me hace imposible ir por mi cuenta.

Escuche que ustedes hacen cualquier cosa, prometo pagarles bien, 
espero verlos por aquí pronto.

Atentamente, Simon. 


Hansel: Espero que esté hablando de mucho dinero, porque lo necesitamos.

Midori: — Asiente con la cabeza— ¡Sí! 

Darkness: ¿A dónde hay que ir?

Hansel: Abajo viene la dirección. —Se levanta del sillón para luego estirarse — Manos a la obra chicos.

Los cuatro salieron de aquel edificio gris y deteriorado al que llamaban casa. La zona a la que iban es muy conocida por tener las casas mas caras del distrito, algunos especulan que la mismísima mafia tiene propiedades ahí.

Tras recorrer varias cuadras cautelosamente, los chicos se encuentran frente a un enorme portón negro, Midori toca el timbre dos veces, lo habría hecho tres si Hansel no la hubiera detenido.
De ahí, un chico pálido ojeroso los recibe.

Simon: Que sorpresa, no los esperaba, hace días perdí la esperanza que se presentaran.

Hansel: Nuestras más sinceras disculpas, tuvimos algunos...inconvenientes.

Simon: Sí, que más da. Pasen, voy a darles más detalles.

Lo siguieron hasta la sala de estar, ahí una chica de aspecto curioso los esperaba.

Simon: Ella es Ren, mi hermana.

Midori: Ho- Hola Ren.

Ren: Hola —Su tono era cansado, y a decir verdad su rostro también lo parecía.

Simon hace unas señas, dándole a entender a su hermana que salga de la habitación.

Simon: Seré claro, necesito que me traigan un corazón.

Darkness: ¿Cómo haremos eso? ¿Sacrificamos a alguien y te ofrendamos el órgano, o qué?

Hansel: Darkness — La mira de forma seria para que parara— A dónde hay que ir.

Simon: Entiendo a la chica, sé que suena extraño, pero no es un corazón cualquiera. Solo lo podemos encontrar en el mercado de autómatas. Y no solo eso, es casi único en su existencia, solo hay dos de ellos. Como es muy caro necesito que lo roben, pero tienen que ser lo más discretos posible, que ni siquiera la gente se entere de su presencia en el mercado, así evitaremos muchos problemas.


Después de una larga, muy larga charla, regresaron a casa. Simon parecía un chico raro, pero sin duda nadie le quita la determinación que tiene.

Hansel: Definitivamente esto es trabajo para mi.

Darkness: — Sentada en el sofá, comiendo un bowl de ensalada— Definitivamente, umm, de verdad quería hacer el sacrificio.

Hansel: Sera para la próxima. —Suspira—.

Delico: ¿Puedo acompañarte? Bueno, creo que sería lo mejor, por si llegara a pasar otra cosa.

Midori: No sabemos como luce el lugar donde está, y si es un corazón tan valioso no creo que lo dejen a simple vista.

Hansel: Lo había pensado, está bien Delico. Solo que lleva tu mascara.

Delico: —Asiente— No podemos dejarte solo con algo tan importante.


Al siguiente día Delico y Hansel partieron al mercado, este está bastante retirado de la zona, casi a afueras de la ciudad. Darkness y Midori volvieron a casa de Simon, para esperar a los chicos, además Midori seguía algo intrigada por la presencia de Ren.

Las dos se quedaron a solos en la sala, Simon seguía trabajando en algo, mientras que su hermana merodeaba por toda la casa.

Midori: No debería preguntar por qué de la apariencia de alguien, ¿Pero no te intriga Ren?

Darkness: He visto cosas peores.

Midori: ¡Darkness!

Darkness: Parece una muñeca, puede que nuestro cliente sea brujo o algo así

Midori: Tal vez crea personas, digo, por algo quiere un corazón.

Darkness: Deberíamos preguntarle.

Midori: No parece ser alguien que comparte su vida.

Darkness: No lo es, me refería a Ren. Seguro resulta más sencillo hablar con ella. ¿Te parece si vas a buscarla?

Midori: —Asiente— ¡No hagas nada raro mientras no estoy!

Darkness: No lo haré —Se acomoda en su asiento—.

Midori deja la sala de estar, los pasillo de la casa son amplios, pero el ambiente se siente solo,las paredes blancas están desnudas, las decoraciones y los muebles son casi nulos. En una habitación Ren esta sentada en el piso, a sus pies hay montones de papeles tirados.

Midori se acerca discretamente, se apoya en el marco de la puerta, y con suavidad empieza la conversación.

Midori: Hola Ren.

Ren la voltea a ver, pero no pronuncia palabra.

Midori: ¿Pasa algo? — Se acerca a Ren, con calma se sienta a un lado suyo.

Ren: ¿A ti te han tenido que remplazar porque tu cuerpo se esta pudriendo?

Midori se queda atónita, eran palabras muy raras de procesar.

Ren: Ustedes tienen la dicha de tener un cuerpo propio, yo...yo soy.

Midori: ¿Dos personas?

Ren: Sí, eso. Dos personas.

Midori: ¿Simon te creó?

Ren: —Asiente— Es mi padre/hermano, ¿extraño, no?

Midori: Algo. Yo creo que, aunque estés hecha de dos personitas, Ren es única .No te veas obligada a actuar o pensar como ellas.

Ren: Gracias por decir eso, pero creo que Simon no piensa igual.

Midori: ¿Qué piensa hacer?

Ren: —Toma los papeles del piso— Va a hacer una nueva hermana, me va a remplazar porque cree que mi cuerpo se esta descomponiendo.

Ren vuelve a soltar los papeles, se encoje y esconde su rostro entre sus piernas. Midori observa las anotaciones, escrituras, planos, efectivamente Simon estaba creando un nuevo ser.





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¿Qué tal? ¿Qué tal? Mucho tiempo sin aparecerme por aquí, ¿no?
No les voy a mentir, he tenido todo el tiempo del mundo, pero no he tenido eso que llaman inspiración. He estado pensando en muchas cosas menos en el blog, y de vez en cuando me recordaba a mi misma que tengo una historia que escribir.
Pero aquí está, una entrada más.

Vengo con pilas chicxs, al menos espero llegar a los 20 capítulos antes de que se acabe el año, no prometo nada porque luego quedo mal jaja.

También se me ocurrió un proyecto, que quiero llevar acabo sí o sí. 
Quiero reunir a los pocos bloggueros que siguen activos, para hacer una pequeña comunidad de Sonic / Anthro aquí en Blogger, y no sentirnos tan solos :'D

Si conocen algún blog que siga publicando contenido, agradecería mucho que me pasaran el link.

Más informacion próximamente.

Luna






jueves, 9 de mayo de 2019

17. Dulce Soledad.


Hansel lleva varios días tomando, se ausenta todo el día para regresar a altas horas de la madrugada, y a medio día, se va sin despedirse. Nadie se lo impide, no son sus jefes, y saben que él no los escucharía de todas formas. Delico sigue sin comprender porque sus compañeros son tan sentimentales, pero no le molesta eso, sino el no saber cómo apoyarlos correctamente en esas situaciones.

Su vida en las montañas era mucho más fácil, solo convivía con su abuelo y la naturaleza. Trepaba arboles y conseguía leña para las noches frías. Recolectaba moras y bayas para las pocas señoras de la comunidad, y a cambio conseguía un rico pedazo de tarta. Todos esos recuerdos lo hicieron suspirar.

Su mirada se dirigió al techo, notó una pequeña grieta en una esquina, nunca se había puesto a observar con atención cada lugar del edificio, pues bien era cierto que vivían en un lugar prácticamente deteriorado, según Hansel era una estrategia "para no llamar la atención".

Volvió a pensar en las montañas, en su historia. —Tal vez no he vivido cosas tan fuertes como los demás — Se dijo así mismo.

— Sí, lo has hecho.— Su misma voz retumbaba en su cabeza. — No subestimes tus vivencias.

Sacudió un poco su cabeza, se acomodo entre las almohadas dispuesto a dormir, espera que Midori no se enoje si usa su cama.



Midori y Darkness comían palomitas mientras veían un película, la luz del televisor era lo único que iluminaba la habitación. Aunque las dos no habían mencionado nada entre sí, estaban preocupadas por Han. De la nada, una palomita cae en el rostro de Midori, voltea a ver a Darkness algo sorprendida, su acción la había agarrado desprevenida.

Darkness: Detesto que hagamos como si nada pasara...Hansel esta mal, debemos hacer algo al respecto.

Midori: No había mencionado nada, pero también me preocupa.

Darkness: —Suspira— Tengo una idea de donde encontrarlo, pero corremos el riesgo de que no esté ahí, además la zona no es muy...agradable.

Midori: Si vamos los tres no creo que haya problema — Antes de pronunciar otra palabra Darkness la interrumpe—

Darkness: Delico no puede ir. —Su tono era seco, pero firme, hablaba muy en serio.

Midori: ¿Qué? ¿Por qué? Con él estaremos más seguras.

Darkness: Pero él no lo estará con nosotras, a donde iremos Delico es conocido por la recompensa de la mafia, es arriesgado. Además sabrán que él esta con nosotros.

Midori: ¿Entonces, qué haremos?

Darkness se queda pensando un buen rato.

Darkness: Iré sola.

Midori: ¿Sabes qué esa es una mala idea?

Darkness: Me llevare la mascara de Delico, sabes que pocos pueden hacerme daño.

Midori: Lo sé, ¿pero por qué la mascara?

Darkness: ...La ultima vez que fui le quede mal a un vendedor, quiero evitar más problemas.

Midori: No puedo dejarte así de fácil, más si vas sola...

Darkness: Créeme, nunca voy sola...

Tras pensar mucho la idea de Darkness, Midori aceptó. Despertaron a Delico de su sueño, para pedirle prestada la mascara y explicarle el plan. Al principio se negó, e insistía acompañar a Darkness, pero lo convencieron de que ella fuera, solamente que estuvieran pendiente de ella a través de un comunicador.



Y efectivamente la zona a donde iba no era la mejor, los caminos se hacían más angostos, la gente parecía salida de una película de terror, el aire olía extraño, era una mezcla de sustancias que no podía ni nombrar, siempre se preguntó porqué a Hansel le gustaba venir a estos lugares.

Camino cabizbaja hasta llegar a un local pequeño con luces naranjas y amarillas alumbrando la acera, afuera habían varios hombre con motocicletas tomando un trago. Pasó rápido sin llamar la atención, adentro había todavía más gente, busco la pálida piel de Hansel a través de la multitud, hasta encontrarlo sentado en una mesa, acompañado de dos chicas mientras sostenía un tarro de cerveza.

Mientras esquivaba a las personas, algunos la veían raro, no era tan común ver a alguien con mascara en el local, y más una tan extraña como la que llevaba puesta. Pudo notar que Han la observaba venir, dejo su tarro de cerveza en la mesa y prendió un cigarrillo.

Darkness: Vaya gustos tienes con los lugares para venir a pensar.

Hansel: No creía que me vinieran a buscar, tal parece que todas las personas que quiero me van abandonado...

Darkness: Idiota —Se quita la mascara— Yo...nosotros, nunca te abandonaríamos, somos como familia, ¿sabes?

Hansel:  Que mal, ¿entonces me acostaría con una de mis hermanas?

Darkness: —Pone sus ojos en blanco— Para estar deprimido sigues teniendo el mismo humor estúpido.

Hansel: —Le dice algo a las chicas que lo acompañaban en el oído, estas dos se levantan de su lado y se van—  Mejor que no sigan escuchando. ¿Por qué no vinieron los demás? —Continua fumando—

Darkness: Creo que es obvio, este lugar esta controlado mayormente por la mafia, no podemos exponer a Deli..co —Baja la voz—. Además tampoco es lugar para Midori.

Hansel: ¿Y sí para ti?

Darkness: No digo que esté hecha para estos lugares. Pero tengo más experiencia que ellos, ¿quieres que nos pongamos a recordar todas las veces que vine a sacarte de aquí?

Hansel: Jaja, tengo toda la noche. —Forma anillos con el humo que saca de la boca—

Darkness: —Se sienta a su lado— Vamos Han, regresa a casa.

Hansel no dice nada, solo continua fumando y viendo a la gente pasar. Los dos se quedan en silencio.

Hansel: ¿Sabes por qué escojo estos lugares para pasar el rato? — Hace una breve pausa— Es porque aquí no puedo sentir empatía. Toda esta gente es como si no existiera, estoy solo. Nadie me pude ver, y tampoco me siento vulnerable. Cuando estoy con ustedes, simplemente verlos me hace sentir roto, detestaría que me vieran llorar.

Darkness no dice nada, las palabras de Han la sorprenden. A pesar de ser tan distante afectivamente con sus compañeros, siente un impulso de abrazar a Han fuertemente, y lo hace.

Han queda estupefacto, no procesa bien lo que esta pasando. Sin embargo, corresponde el abrazo, y lo hace con la misma intensidad que Darkness.

En ese momento, las lagrimas recorren las mejillas de Hansel, rápidamente cubre su rostro con su brazo, pero Darkness interrumpe esta acción. Ella lo ve fijamente mientras limpia las lagrimas de su rostro.



Mientras tanto, en algún lugar todavía más escondido de aquel local de mala muerte, hay una bonita mansión. Esta protegida y resguardada por todos lados. Hay montón de autos, camionetas y motocicletas de color negro estacionadas afuera de esta. Y adentro, en alguna habitación bien amueblada y tapizada de color carmesí, hay un señor de aspecto duro, tiene rostro de pocos amigos, va vestido de traje. Algunos hombres armados resguardan la habitación, aquel silencio que había en el lugar se ve interrumpido por el abrir brusco de la puerta.

???: ¿Pero qué carajos te pasa Marco, por qué entras de esa manera?

Marco: Disculpe Don Tiziano, pero me he encontrado con este imbécil que dice tener información importante para usted. —Sujetaba de mala manera a un hombre—

Don Tiziano: Pero vamos, ¿entonces por qué lo tratas así?

Marco: Porque antes de entrar asesino a dos de mis hombres, era completamente innecesario señor.

Don Tiziano: Ya veo, suéltalo, mis hombres se harán cargo desde ahora.

Marco soltó al sujeto bruscamente provocando que este cayera de rodillas.

Don Tiziano: ¿Cómo te llamas hijo?

El sujeto lo mira de reojo, se levanta y se sacude la ropa. —Soy Víctor, y esta de suerte, porque me faltaba poco por matar al engreído de ese tal Marco, pero si lo hacía no sabría como llegar a usted.

Don Tiziano: Víctor, no me importa lo que ibas a hacer, habla rápido para que te pueda sacar de mi casa. ¿Qué es tan importante para que se te ocurriera venir hasta acá?

Víctor: Sé dónde pueden encontrar a Bloodmoon.











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5 meses sin publicar nada, aaaah, que feo. Prometo publicar al menos tres capítulos más antes de agosto :'(
La escuela me consumió demasiado tiempo, pero ahora tengo tiempo libre uwu
Espero les haya gustado, si tienen alguna duda con la redacción pueden decirme.
¿Acaso se acercan tiempos difíciles para los chicos? :''o
Continúen leyendo esta historia para saber más(?
Bye~


Luna