sábado, 10 de noviembre de 2018

14. Cámara Instantánea.

Después de hablar con Delico, Han noto una sensación de vació en su pecho. Se recostó en su cama, mirando el techo en completa oscuridad. Aunque quisiera sepultar muy en el fondo aquellos recuerdos, no podía. De vez en cuando la cara de aquella chica apareció en su memoria, sin motivo alguno se adentraba en el interior de su mente, y le causaba dolor. Lo único que podía hacerle daño, ahí estaba, acompañándolo todo el tiempo, a veces más que otras, pero no se iba.

Cerró los ojos un momento. Suspiró. Tal vez recordar sería útil en este caso, la vida de muchas chicas estaba en sus manos. Si buscara en lo más profundo de su memoria, tal vez encontraría la manera de detener a aquel asesino.


Era una tarde de otoño, Hansel husmeaba entre las criptas de un cementerio, tal vez al leerlas encontraría su nombre, y así recordaría como murió. A lo lejos, una chica de cabellos grisáceos lo observaba. Más adelante, muchas personas vestidas de negro escuchaban atentas y dolidas al Padre, estaban enterrando a alguien. Han pensó inmediatamente que podría tratarse de su cuerpo, y sigilosamente se acerco al montón. En el centro, adornado con coronas de flores blancas, estaba la foto de una mujer. No era él definitivamente.

Entre la multitud, una chica de cabello marrón escuchaba atentamente, sus ojos iban cubiertos con unos lentes de sol. No parecía estar realmente dolida. Entre sus manos había una cartera negra, y en un descuido se deslizo de entre sus dedos al piso.
Han creyó que sería una buena oportunidad para acercarse. Tomó la cartera cuidadosamente, la chica no se había percatado de ello.

Han: Hey — Dice en voz baja— Se te ha caído esto — Le entrega su cartera.
Chica: —Asiente con la cabeza— Gracias.

"Que fría" pensó Han. Por primera vez no insistiría, sabía que no era el momento para sacar sus dotes de ligue.


Han pasado dos semanas desde que fue al cementerio. Para saciar sus penas ha estado tomando desde entonces, en el mismo local, a la misma hora. La cerveza espumosa es uno de los placeres de su nueva vida. La campana de la puerta suena, algunos desvían la mirada a ese punto, incluyendo Hansel, inmediatamente reconoció a la chica. Ella toma asiento en la barra, unos tres asientos cerca de él. Decide acercarse, la chica lo mira sorprendida, al parecer también lo reconoció.

Desde entonces empezaron a frecuentarse más. Hasta que ella le contó sobre su trabajo, y lo que estaba haciendo aquel día que se vieron por primera vez. Han le ofreció ayuda,  y le contó la verdad, sobre su estado actual.

De amigos se convirtieron en compañeros de trabajo, y luego...en algo más. Se encargaban de recopilar informacion sobre un asesino serial, que le gustaba desmembrar a sus victimas, y dejarlas en el peor estado posible.

Los datos no eran siempre concretos, pero todos los llevaban a dos cosas importantes, ojos verdes y colmillos afilados. Parecían datos irrelevantes, pero da la casualidad que hace unos meses hubo una fuga en un psiquiátrico, entre ellos, Victor Bogdánov, un hombre de tez carmesí claro, y ojos verdes, con una sonrisa un tanto inusual.



Aquel día, Hansel había optado por descansar de la investigación. Dejó a Alessia en su departamento, mientras él iba por algo de comer. Caminaba tranquilamente por las calles grises de la ciudad, cuando sumergido en sus pensamientos, se perdió entre las calles hasta llegar a un edificio abandonado, homogéneo con los colores tristes de la ciudad, pero un poco deteriorado por las lluvias.

Luego de retomar el camino, encontró un restaurant chino, era un local pequeño, en la entrada habían lamparas de papel adornando. Entró para pedir comida.

Después de esperar mucho, se dirigió a casa. En el camino pudo ver como un hombre le arrebataba la bolsa a una chica, y aunque no era mucho su estilo de ayudar a extraños sin algo a cambio, sintió un impulso para hacerlo. Con las bolsas entre los brazos, salio corriendo hacia el maleante, logro interceptarlo, y mientras lo sostenía, la policía vino a ayudar. La chica apenada le dio las gracias, como agradecimiento le dio una bolsa con manzanas recién cosechadas.

Cargando con todo, Han sube las escaleras del edificio para llegar a el departamento de Alessia, había perdido mucho tiempo en su recorrido, estaba a punto de dar las 7:30 de la noche, el pasillo estaba oscuro, le pareció extraño, pues sabia que Ale prendía las luces inmediatamente que oscureciera. Saco las llaves de su bolsillo, y cuidadosamente las inserto en la cerradura. La casa estaba en penumbras. Sabia que algo andaba mal.

Dejo las bolsas en la mesa sin hacer ruido. Camino sigilosamente hasta la sala, donde pegaba la luz tenue en el ventanal, y alcanzaba a alumbrar un poco, pero este estaba abierto, el aire helado se escurría entre la casa, y las cortinas revoloteaban suavemente. Escuchó como se caía algo, inmediatamente fue a buscar lo que provoco el ruido...y la vio. Alessia estaba tirada en el piso, su camisa blanca estaba manchada de sangre por doquier. Su nariz estaba destrozada y tenia mucho rasguños en la cara. Inmediatamente Han se hincó para tomar su cabeza, sus manos se mancharon de sangre por el gran charco que había alrededor de su amada, Alessia con las pocas fuerzas que tenia, levanto un dedo, indicándole que volteara hacia allá. Ahí estaba la cámara instantánea que habían comprado no hace mucho los dos. Han notó que su respiración había cesado, la tomó en sus brazos y la abrazo con fuerzas, las lagrimas empezaban a brotar de sus ojos.

Agarró la cámara, pero su mente estaba en blanco, trataba de asimilar lo que estaba pasando. Unos ruidos provenientes de la sala lo hicieron reaccionar, se limpió las lagrimas, con cautela se dirigió a la habitación, pudo observar a lo lejos la silueta de un hombre, este estaba erguido, algo goteaba de su frente, sangre probablemente.

Aunque estuviera herido, parecía no importarle, la luz del exterior que se colaba por la ventana iluminaba sus ojos verde intenso, Han lo observo unos minutos más. De repente pasó por su mente la cámara que sostenía, y sin pensarlo le tomó una foto. Aquel hombre percibió el sonido de la cámara, volteo a ver a donde se encontraba Hansel, y solo sonrío, de inmediato Han se volvió imperceptible para aquel sujeto.

Solo pudo observar como aquel loco escapaba por la ventana, dejándolo solo con el cuerpo inerte de Alessia, y sumergido entre la penumbra y el dolor.




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Ya sabemos la identidad del asesino :0, ¿ya se lo esperaban cierto? xd
Disculpa que me tardara tanto, según iba a publicar en Julio...y bueno, ya es Noviembre :''v
Espero les guste, y también espero no tardar tanto con el próximo capitulo uwu
Bye~

Luna






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