jueves, 3 de septiembre de 2020

30. Bon Voyage.


Midori termina de hacer su apretada maleta. La habitación donde se hospedaba vuelve a estar como se la entregaron, vacía, fría y triste. En una horas dejaran esta vida que tanto les ha enseñado, buenas y malas cosas. Midori se asoma por la ventana, el viento frió recorre sus mejillas, su cabello revolotea ligeramente, el cielo tiene un bonito color azul, las pocas nubes lucen blancas y esponjosas, el día anuncia la próxima llegada del otoño. Estos días le causan una fuerte sensación en el pecho, una sensación de felicidad y esperanza. — Que bien se siente estar vivo.


Puede observar a su buen amigo salir al jardín y sentarse donde antes vivía aquel espíritu en pena. El gran árbol dejaba bailar sus hojas conforme al soplar del viento. Se aleja de la ventana y toma su maleta, con dificultad la baja de las escaleras, es pesada. La deja en la sala de estar, donde Darkness leía un libro con la pasta negra y un circulo rojo en medio. 

Se sienta a un lado de Delico, quien parece escribir algo.

Midori: ¿No te parece magnifico? 

Delico: ¿Qué cosa? — La voltea a ver, inclinando su cabeza por la curiosidad.

Midori se acomoda en el pasto. — Poder disfrutar de nuestro ultimo día con este clima.

Delico: Oh, claro. Es agradable.

Midori: ¿Qué estás haciendo?

Delico: Escribía algo...

Midori: Yaaa veo, bueno supongo no me dirás que es.

Delico: Por el momento no. 

Midori ríe un poco, — Está bien, apuesto que es para Daerlix — cierra los ojos mientras se acuesta.

Delico se pone ligeramente rojo. 

Soy patético para esto.



— ¿Qué tiene de especial ese Marvin? — Pregunta Darkness mientras arrastra su maleta fuera de la casa. La noche había llegado, el cielo estrellado iluminaba el rostro de los cuatro. Delico voltea a ver por ultima vez la fachada, concentra la mirada en la ventana de su habitación, esperando que la carta que había dejado sobre la cama, llegara sana y salva a manos de aquella chica que hacia latir su corazón de manera desenfrenada.

Hansel: Es...un...robot, con reinicio de memoria cada que tú se lo programes. Si alguien pregunta, no sabrá nada de nada. Mas que sus habilidades para pilotaje. — Se rasca la cara.

Midori: Interesante.

Hansel: Quedamos vernos en las canchas abandonadas de Baseball. Ahí nos llevara a su hangar, y podremos estar fuera de esta ciudad. 

Midori: ¿Hay canchas de baseball?

Hansel: Sí...por supuesto que hay. — vuelve a rascarse la cara.

Los cuatro caminaron lo suficiente, las calles desoladas por las altas horas de la noche, jugaron a su favor para que nadie supiera a donde se dirigían.  

Caminaron, exhaustos. Pronto llegaron a un viejo campo, con tribunas oxidadas, y utilería rota. Han se aparto ligeramente de ellos.

Midori: Parece que no ha llegado nuestro piloto.

Delico se sienta en el pasto seco. 

Darkness voltea a ver a Han, este se rasca constantemente la cara, preocupada se acerca.

Darkness: Han, ¿qué sucede?

Han no pronuncia palabra, ni siquiera la voltea a ver. 

Darkness apoya su mano sobre su hombro, ligeramente lo voltea. La mirada de Han se ha vuelto verde, y sus colmillos estaban más grandes. Ella retrocede por la incertidumbre, hasta que recuerda donde había visto esos ojos.

Darkness: Víctor.

La silueta de su compañero empieza volverse extraña antes sus ojos, hasta ver a aquel asesino usando la chaqueta favorita de Han. 

Darkness: ¿Qué le hiciste?

Víctor: Lo mande a descansar, justo a donde debía estar desde un principio. 

Darkness intenta sacar su guadaña, pero del suelo surgen unos lazos oscuros que la retienen. Suelta un grito de impotencia, esto advierte a Midori y Delico, quienes se levantan para ayudar a su amiga. 

Delico muerde un pedazo de piel de su brazo, dejando brotar pequeñas gotas de sangre. Midori saca una daga que anteriormente Hansel le había obsequiado. Darkness sigue forcejeando, Delico intenta hacer un ataque a Víctor, quien solo ríe y observa.

Víctor: Yo no lo haría siendo tú. 

Detrás de ellos hay más gente. Puede sentir que los empiezan a rodear.

Midori grita desesperadamente el nombre de su amiga, observa como los lazos la dejan cada vez más sin aliento. En el momento, lo único que quiere es liberarla, corre hacía ella, pero los lazos terminan de consumir el cuerpo de Darkness, pareciendo que el suelo se ha tragado a la chica. Midori se queda estupefacta, lagrimas de ira corren por sus mejillas. Esta dispuesta a lanzar el primer golpe contra Víctor. Pero un sujeto encapuchado la detiene. Tomándola del cuello, sometiéndola contra el piso.

Delico crea una cuchilla con su sangre, pero antes de atacar, prefiere dialogar un poco por temor a que le hagan más daño a Midori.

Delico: ¡¿Qué quieres Víctor?!

Víctor: Yo...nada, verlos sufrir. Divertirme con tu amiga tal vez. 

El encapuchado revela su rostro, puede observar algo que le deja la sangre helada. Aquel sujeto, esa mascara, esa despreciable mascara. Era uno de los asesinos de Dolce Pianto, con quien había peleado aquella noche, el causante de que se fueran de su hogar original. 

Delico: Tú...¡suéltala! 

Víctor: Bueno, dejare que se arreglen entre ustedes, yo iré a divertirme con....Darkness. — Se ríe maniacamente, hasta desaparecer en la oscuridad. 

La bestia de jade presiona más a Midori contra el piso. Enfureciendo a Delico, quien suelta un ataque. Su cuchilla de sangre esta casi frente al rostro de el enemigo, pero este la esquiva con sus armas. Midori ha quedado libre, quien trata de reincorporarse nuevamente. 

No hay mucho que hacer, no solo es aquel tipo de la mascara, también hay un grupo detrás de ellos, hombres con armas y malas caras. Aunque no parecían tomarle importancia a la existencia de la chica peliverde, estaban más atentos en la pelea que acababa de iniciar. 

Delico seguía lanzando golpes rápidos hacia Guido, pero este los esquivaba con facilidad, Tal vez los nervios le estaban ganando. ¿En qué momento se deshicieron de Hansel, realmente estaría completamente muerto, y Darkness, ese loco qué no seria capaz de hacerle...Midori, está herida...?

Los pensamientos comenzaron a abrumarle la mente, cada ataque era más un impulso. Midori se arrastraba con dificultad, pero quedó fuera de la vista de todos, probablemente no la veían como una amenaza, pues no portaba ningún poder...pero sí trucos bajo la manga. 

Logra posicionarse detrás de la pared humana que formaban los lacayos de la mafia, de su media saca un pequeño cerillo y un cartucho con un liquido dentro, gasolina, dulce gasolina. 

Se incorpora, respira hondo y lanza el cartucho, prendiéndole fuego, los cuerpos de los hombres empiezan a arder, su atención por fin se centra en la chica. Se lanzan al ataque contra ella, su daga atraviesa las entrañas de unos cuantos, pero un oponente más listo, logra dispararle en la pierna, dejándola invalida, se retuerce de dolor, sus medias de colores se empapan de liquido carmesí.

Los gemidos de dolor, distraen a Delico, permitiendo que Guido le diera un golpe certero en el torso, quitandole el aliento. Lo toma del cuello, y así como a su amiga, lo somete en el piso. 

Guido: Es el momento, vienes conmigo. 

Una silueta emerge de debajo de ellos, un joven ojeroso con el cabello despeinado alza la mano, encapsulando los cuerpos heridos de los lacayos en una esfera de oscuridad. Delico y la Bestia de jade desaparecen al ser tragados por el piso. 

Midori queda inconsciente por el dolor, en medio del campo, con las llamas consumiendo la hierva seca. Aquel día lleno de esperanza, se había vuelto una pesadilla.






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¿Qué pasara con los chicos?

¿todo estará perdido?


sábado, 15 de agosto de 2020

29. Egoístas.

 

En cuestión de días Hansel dejo de llegar a casa, sin embargo ninguno se había preocupado por ello, su amigo parecía extasiado por la mismísima ciudad sur. Tenía tantos amigos, chicas y lugares que visitar nuevamente, que el simple hecho de llegar a casa arruinaría su apretada agenda. 

Pero un día, sin avisar, el joven pálido irrumpió con su característica alegría a la vida casi cotidiana de los miembros de su equipo. Darkness percibió demasiada energía en él, cosa extraña en un principio, pero una vez escuchar por todo lo que había pasado y hecho, todo cobro sentido.

Midori refunfuñaba al escucharlo, le hubiera encantado visitar el viejo teatro abandonado más famosos de la ciudad, o comer una deliciosa creppa rellena de fruta.

De pronto una ola de seriedad se hizo presente, inundando la habitación con una sensación gélida. 

Hansel: Tengo la solución que tanto buscábamos. Una oportunidad de oro. 

Darkness: Te escuchamos, Han.

Hansel: Somos egoístas, apenas entendí porqué. Pusimos nuestros intereses por delante de la seguridad de Delico — Lo voltea a ver con expresión seria— ¿Que te íbamos a ayudar a controlar tu blood control? pff por favor, ninguno somos usuarios, solo queríamos un miembro fuerte como tú.

Todos se quedaron callados, Midori lo veía con cara de desprecio, ¿por qué dice esas cosas, por qué ahora? Delico solo tiene la mirada perdida mientras escucha.

Hansel: Pero algo es cierto mi querido amigo. Matar te ha ayudado a entender mejor tus poderes, — Prende un cigarrillo y lo empieza a fumar — Somos egoístas, pudimos poner a salvo a Delico desde un principio, pero este lazo que tenemos con esta ciudad nos segó.

Darkness: Ve al grano Hansel, estas diciendo cosas que no.

Hansel: Es la más pura verdad. 

Midori: ¡Cállate! No reclutamos a Delico por interés, ¿no recuerdas lo que dijimos al ver su cartel? ¡QUERÍAMOS PROTEGERLO!

Hansel: Y tengo la solución, querida. Y es que esto no se trata de solo mudarnos de sector, la clave es abandonar esta podrida ciudad. 

Un silencio casi eterno abrazó la habitación, nadie cruzaba miradas, hasta que Delico se levantó de su asiento.

Delico: El tiempo que llevo con ustedes me ha enseñado muchas cosas, y he experimentado emociones, sensaciones que en mi vida pasada hubieran sido casi imposible. Han sacrificado mucho por mi, no son egoístas, no lo veo de ese modo.

Hansel sonríe amargamente.

Midori: Si tenemos que irnos de aquí, estoy completamente dispuesta, por la verdadera seguridad de Deli.

Darkness: Tendríamos que salir del distrito...¿tal vez irnos a una isla?

Midori: Claro, un lugar que no esté tan contaminado con bandas criminales y eso.

Hansel: Mmm, puedo conseguir un vuelo, a mas tardar mañana. Solo hay que decidir a donde iremos.

Delico: Deberíamos ver un mapa.

Midori: Bueno, ¡ha empezado el momento de investigar!

La noche llegó, la sala de su casa se encontraba repleta de revistas, viejos periódicos, y libros. A Darkness y Hansel no les gustaba hacer uso de la tecnología, como celulares o computadoras, por cuestión de seguridad, replicaban ellos. La búsqueda se hizo larga, pero el resultado fue más satisfactorio. 

Darkness, con un montón de papeles acomodados en la mesa central de la habitación, revisa cada hoja detalladamente. Finalmente está lista para hablar.

Darkness: Según lo que hemos encontrado, Rahona sera nuestro destino. Una pequeña ciudad, ubicada en una isla mayormente concurrida por turistas, al sur del continente. Lo cual me parece magnifico.

Midori: Si realmente se ve como en las fotos, estaríamos mudándonos a un paraíso. 

Hansel: Bien, tendré que ir a ver a Marvin, él sabrá como transportarnos de manera segura y casi anónima. 

Delico: Bien, supongo que también tendremos que despedirnos de nuestros amigos.

Hansel: Sería muy conmovedor, pero no podemos confiarle absolutamente a nadie nuestra ubicación. Por seguridad de nosotros, y quien sabe, también de ellos. 

Pasada la media noche. Hansel se fue de la casa, para ver a ese tal Marvin. Darkness se encerró en su cuarto, Midori y Delico se quedaron en la sala. 

Midori: Que mal, me hubiera gustado despedirme de Miram, Neo, Mylo, Simon y Ren. —Suspira— Y Daerlix, claro... —Voltea a ver a su amigo.

Delico: ¿Crees que sería demasiado irresponsable...si me escapo para verla?

Midori: ¡Ay, como en las películas!

Delico: Me gustaría charlar con ella, sobre...lo que siento.

Darkness interrumpe la atmósfera con su sombría presencia, ve con ojos de desaprobación a Delico,

Darkness: Si vas con ellas la vas a exponer. Cuando no estemos, no la vas a poder defender, si a la mafia se le ocurre buscarnos, harán todo lo posible para sacar información.

Midori y Delico sintieron el golpe directo de esas palabras, al chico pelinegro pudo sentir como se le achicaba el corazón. 


A la mañana siguiente, en una pequeña casa ubicada en la ciudad vecina, un elegante zorro agoniza en una fuerte fiebre, su amiga y fiel compañera, está a su lado, intentando mejorar su estado.

Miram cambia el trapo mojado de la frente de Neo, Su amigo se ve en un estado deplorable.

Neo intenta decir algo entre jadeos.

Neo: De-...Deli...co

Miram: Shhh, no te esfuerces demasiado. Delico está bien, recuerda que tiene a su lado unos maravillosos amigos.

Neo: N..-no, Ha..a..n... —La fiebre hace que se desmalle. 

Miram corre a llamar a una ambulancia, por una extraña razón, sus poderes curativos no estaba haciendo efecto en su amigo. 





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Uff uff, tenia intenciones de hacer más largo este capitulo, pero mejor dejo la mejor parte para el próximo, así no me quedo sin contenido tan rápido xD
Espero les guste, juju.


    Luna

viernes, 12 de junio de 2020

28. La chica con espíritu de Robin Hood.


Los meses habían pasado más rápido de lo que pudieron imaginar. Pero tenían que admitir que la vida en la parte sur de la ciudad, era bastante aburrida. Se mantenían distraídos haciendo pequeños encargos de vecinos, desafortunadamente para los amantes de aventuras, las tareas asignadas constaban más en trabajo fisco, no tanto en resolver misterios o darle caza a un asesino serial. 

Daerlix seguía visitando la casa, pero ya no lo hacía tan seguido. Deja canastas rellenas de fruta de temporada en la mesa del comedor cada que viene. Un gesto que todos agradecen, pero que Darkness disfruta más. Neo y Miram escriben de vez en cuando, cada carta llega impecable, con un sello elegante, marca de acuerdo a la extravagante personalidad de su amigo.  

Hansel sale dos veces a la semana, va a visitar viejas amistades, Midori sospecha que todavía va a espiar a Lorna al cementerio. Pero nadie se ha animado a seguirlo, finalmente estarían invadiendo su privacidad. 

Delico decide tomar una caminata diurna, la casa esta rodeada de campos de cultivo, alejada de la parte urbana del sur. El pastizal amarillo verdoso, el cielo azul y despejado, suspira, siento una punzada en el corazón, ¿es un buen momento para estar vivo? Sí — piensa para si mismo— Claro que lo es. 

Camina un poco, con la mente en blanco, observando el paisaje, los arboles se sacuden suavemente. Por un momento se siente seguro, como si nada fuera a pasar. Algunos granjeros pasan a su lado, montados en sus bicicletas, se saludan amablemente.  

El camino empezaba a estar más abundado por arboles. Casitas viejas y destrozadas de madera se esconden bajo el abundante follaje. Pero que curioso lugar. 

Toma asiento en un viejo tronco tirado, las aves cantan, las hojas bailan, y rayos de luz que se filtran por las copas de los arboles calientan delicadamente su rostro. 

Todo era paz, hasta que escucho algunas ramas y hojas secas tronar constantemente, voltea a su alrededor, pero no percibe a nadie. 

Intenta relajarse nuevamente, pero alguien lo taclea por la espalda. Lo dejan sometido en el suelo boca abajo, Delico trata de luchar, pero la persona sobre él es bastante pesada.

Delico: ¿Qué haces? — Forcejea tanto como le es posible.

Persona: ¡¿Dónde está esa malcriada?!

Delico: ¿De quién hablas? Seguro no tengo nada que ver.

Persona: De la mocosa con cabello verde.

Delico: ...¿Midori?, ¿cómo la conoces? — En este punto dejó de intentar apartarse, la curiosidad era más grande.

Persona: Como sea que se llame, se la ha pasado robando de mi local, y me dijeron que aquí vive. ¿Dónde demonios está?

Delico: ¿Eh? Midori no vive aquí, y que yo sepa no ha robado nada...

Persona: No te hagas el chistoso conmigo muchacho — Ejerce más presión sobre el cuerpo de Delico, dejándolo sin aire. 

El dolor se hace cada vez más insoportable, por qué cada que está teniendo un buen momento, lo tiene que involucrar en situaciones comprometedoras. Detrás de un gran árbol, una chica de cabello verde azulado se deja ver. 

Chica: ¡Déjalo! Él no tiene nada que ver conmigo.

El hombre pesado berrea antes de quitarse de encima de Delico. 

Al sentir su cuerpo liviano otra vez, observa como los dos sujetos se alejan a lo largo del camino. Se incorpora y sacude su ropa, vaya momento para interrumpir su calma. Por seguridad decide no meterse en el pleito de esos dos. Podría parecer paranoico, pero era lo mejor.

El sol seguía en su esplendor, no pasaban de las 6 pm. Se estiro un poco, para después tomar camino a casa. Para ser sincero, las costillas le dolían. 

Tarareaba una canción a medias, caminaba despacio para disfrutar el agradable clima. A lo lejos, en una pequeña casa de granjero, la chica de cabello azul verdoso se encontraba rodeada de pequeños, de una bolsa sacaba grandes panes y frutas frescas. Delico decidió quedarse quieto para presenciar lo que estaba pasando.

Al terminar, la chica tomo el sendero para salir al camino principal, encontrándose de frente con él.

Delico: ¿Eso fue lo que le robaste a aquel hombre?

Chica: No te importa — Pasa de largo.

Delico: Espera, no quiero juzgarte. Me parece algo bueno de tu parte...ya sabes, darle a los que no tienen.

Chica: ...Sí, lo que sea —Susurra y baja la mirada, Delico la observa, sus piernas están completamente rasguñadas, algunos moretones florecen en sus pantorrillas. Algunos viejos curitas se esfuerzan para mantenerse pegados a su piel.

Delico: ¿Necesitas ayuda? — Con la mirada indica que se refiere a sus heridas.

Chica: No hace falta, sé curarme sola...gracias, supongo. 

Delico: Tengo vendas y antisépticos en casa, podemos ir...no soy ningún raro, por cierto. 

Chica: Ya ya, no quiero tu ayuda. 

Parecía ser en vano insistir, no dijo más, solo observó como se alejaba. Retomo el paso, que mal se siente no poder ayudar a alguien, y pega bastante bajo que no quieran recibir tu ayuda. Con un mal sabor de boca, llegó a su casa. Midori dormía una siesta, Darkness meditaba en el jardín, y Hansel no estaba. 

Se sentó en el sillón, contemplo la sala vacía. Piensa que no sería mala idea ir a visitar a Daerlix, tal vez invitarla a cenar, salir a algún lado. Sus pensamientos rosas se vieron interrumpidos por un golpeteo en la puerta. 

Al abrir, se lleva la sorpresa de ver a la chica de hace un rato frente a él, con los brazos cruzados, y una mueca en el rostro.

Delico: Me seguiste.

Chica: Reconsidere tu oferta. No tengo más curitas, además. 

La invita a pasar, ella se sienta en un sillón, mientras que él va por un botiquín. 

Delico: Coincide que hago bastante uso de estás cosas, muy a mi pesar — Refiriéndose a las vendas.

Chica: ¿Eres muy torpe al caminar o algo así?

Delico: Jeje, no, por otros motivos. — Moja un algodón con el antiséptico. — Deja veo tus heridas.

Chica: ¿Eh? ¿T-tú vas a curarme?

Delico: Claro, pero si quieres puedo dejártelo a ti. 

La chica lo ve, ligeramente sonrojada, pone sus piernas sobre las rodillas de Delico. Este le pasa el algodón por la heridas abiertas, luego las venda cuidadosamente. 

Delico: Ya está, puedes llevarte algunas vendas nuevas, te las regalo.

Chica: ...Por qué eres tan amable...conmigo. — Susurra avergonzada. 

Delico no la escucha, está concentrado en prepararle un pequeño botiquín a su invitada, para que se lo lleve.

Chica: ...eres muy lindo.

En ese momento voltea  a verla, ella se sonroja como un tomate. 

Delico: Perdón, estaba pensando en otras cosas, ¿dijiste algo? 

Chica: No no, nada, estaba pensando en voz alta, nada importante.

Delico: Bien, toma — Le entrega una bolsita — Aquí encontraras lo necesario para curar tus heridas. 

Chica: Gracias, perdón por rechazarte hace rato.

Delico: Sé que no es normal confiar tan rápidamente en extraños.

Chica: Ni que lo digas.

Delico: ¿Desde cuando le llavas cosas a esos niños?

Chica: Hace meses que lo hago, la madre trabaja de empleada de aquel hombre gordo que te aplastó. Es un desgraciado con ella, su familia es de bajos recursos. No tienen mucha suerte con la venta de sus cosechas. Agh, me parte el corazón. Ese maldito, tiene bien merecido que le robe sus cosas...no quiero involucrarte con lo que hago, tampoco me excuso para decir que robar está bien, pero detesto que la gente se aproveche de los más vulnerables. 

Delico: Entiendo tu sentir.

Lo voltea a ver, y le regala una pequeña sonrisa. Se levanta del sillón, su tiempo de estar ahí ha terminado. 

Delico la despide en el marco de la puerta. Algo le hace llamarle, ha olvidado algo importante. 

Delico: ¡Espera! No te vayas.

La chica lo voltea a ver. 

Delico: ¿Cómo te llamas?

Chica: Soy Aberdeen.

 Se despide haciendo un gesto con la mano, y se esfuma en la reciente noche. 

Midori va bajando de la escaleras, con el cabello esponjado y los ojos entre abiertos, sin duda no tendría mucho de haber despertado. 

Midori: ¿Estabas con Daerlix? — Dice mientras se estira.

Delico: N-no...¿por qué?

Midori: Te escuchaba muy animado.

Delico: Jajaja eso, es solo que se siente bien ayudar a los demás, ¿a que sí?








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Que bien se siente regresar, aun si nadie me espera uwu
He tenido un año complicado, empecé varias cosas, pero por la situación mundial se han pausado. 
Tampoco me he sentido con ganas de crear o escribir, hoy he hecho un gran esfuerzo.
Extraño estar en una comunidad activa, si saben de un lugar donde pueda publicar mi historia o mis personajes y sean "bien recibidos" agradecería mucho que me dijeran :'D
De todas formas no voy a dejar blogger xd 

Espero mínimo llegar a los 30 capítulos esté año, me voy a esforzar. 

Gracias por leer.

Luna.





viernes, 14 de febrero de 2020

27. Amor secreto.


Ver lluvia a mitad de invierno no era tan común. El frío abrazaba la tarde, las gotas de lluvia golpeaban la ventana del departamento de Guido. Con delicadeza, pasa una gaza desinfectada por sus heridas, aquella pelea con Bloodmoon le había dejado mal sabor de boca.

A un costado una taza caliente de té lo espera. La habitación está iluminada por una tenue luz blanca. Aunque el tiempo no fuera el mejor, él estaba dispuesto a salir. Su cafetería favorita tenía promociones por ser el día de San Valentín.

Tomó su chamarra favorita, se cruzo una bufanda, y con su mochila en mano salió de su departamento. La tarde era tranquila como acostumbraba, las calles estaban algo transitadas, aun con la lluvia, las personas buscaban celebrar el amor y la amistad.

El local estaba un tanto lleno, era normal. Entró y tomó asiento en una de las mesitas cercanas a la ventana. Pidió lo de siempre, un té chai y un strudel de manzana. Saca de su mochila un libro, el cual empieza a leer y hacer anotaciones, pronto tendrá exámenes en la universidad y quiere estar lo mejor preparado.

Por desgracia las heridas empezaban a arderle. Había acordado ver a Don Tiziano para tratarlas con un profesional, pero algo lo detenía, su orgullo. Escuchar las palabras de Orfeo aquella noche, llamándolo hijo del jefe, seguían causándole conflicto. Y la idea de que todos en Dolce Pianto creyeran lo mismo, lo atormentaba.

Don Tiziano nunca le mostró cariño, sin embargo le dio las herramientas para crecer como persona, pero no fue todo gratis. La condición era que se volviera asesino de la mafia, el mejor que podrían tener.

Sus pensamientos le estaba causando mucho revuelo, así que pagó la cuenta y se retiro del lugar. Mientras caminaba, el cielo empezaba a contrastar colores cálidos con las nubes grises. Era un panorama muy bello, aquello le recordaba que la Bestia de Jade no lo era todo, él no es solo eso.

Sacó de la mochila su cámara, era buen momento para capturar el cielo. Momentos como ese ayudaban a armonizar la rutina.


-

Delico y Midori tenían una charla vaga en la sala de la casa. Darkness descansaba en su cuarto, mientras que Hansel había quedado de verse con unas amigas de la zona. La lluvia no paraba desde hace rato, y la señal de la televisión era muy mala, la pantalla estática alumbraba la habitación.

Midori: Ah, yo quería ver la T.V, son fechas en las que pasan esas películas románticas, malas y empalagosas, pero se han vuelto como una tradición para mi. —Suspira derrotada.

Delico la mira, le causaba gracia como se comportaba su amiga, pero algo más lo tenía pensativo.

Midori: A veces imagino como sería tener un novio, pero no creo que esas cosas se han completamente para mi, supongo que cuando crezca aun mas cambiare de opinión, no sé.

Delico asiente, aunque esta vez no parecía prestarle mucha atención. Midori se percata de ello, así que decide tomar partido de la situación.

Midori: He pensado en cortarme el cabello, y pintármelo de morado, ¿se me vera bien?.

Delico asiente.

Midori: No, lo dudo, me vería muy rara, además me gusta mi cabello largo. ¿Tú te lo teñirías?

Delico asiente nuevamente.

Midori: ¡Wow! ¿Me dejarías hacerlo por ti?

Delico aun perdido en sus pensamientos, vuelve a asentir.

Midori lo mira fijamente. —Estás pensando en Daerlix, ¿verdad?

Aquello lo hizo saltar, escuchar aquel nombre lo había regresado a la realidad.

Delico: ¿Y..yo? ¿Por qué pensaría en ella? jeje —Se ríe nervioso.

Midori: Pues por lo mismo por lo que te estas poniendo nervioso.

Delico: ¿Oh sí?

Midori: ¡No seas tontito, se nota a leguas que te gusta!

Delico: No lo grites, tal vez está afuera.

Midori: Jajaja, ternura. ¡No lo niegas!

Delico: No...bueno, ¿tan obvio soy?

Midori: Un poco, pero no te preocupes, tu secreto está a salvo conmigo —Guiña un ojo.

Delico: Confió en ti —Sonríe.

Midori: ¡Que bonito! — Emocionada — ¿se lo dirás?

Delico: No lo creo...

Midori salta de su lugar para ponerse frente a frente de su amigo. — ¿¡ Q U É ?!

Delico: No sé que decirle...además, creo que Hansel también siente algo por ella. Si tuviera que elegir entre él y yo...bueno...

Midori: No pienses así Deli, ¿es la primera vez que te gusta alguien, cierto?

Delico asiente cabizbajo.

Midori: Mira, yo no soy experta en el amor, tampoco tengo experiencia, pero lo que me ha enseñado el cine romántico, es que....bueno, realmente no me ha enseñado nada — se rasca la cara— pero podemos tomar ideas para que conquistes a la chica de tus sueños. Además, —le susurra— si yo tuviera que elegir entre Hansel y tú, definitivamente te elegiría, jiji.

Escuchar a su amiga tan entusiasmada y positiva respecto a sus sentimientos le causaba gracia, pero le reconfortaba que alguien lo apoyara.

Midori: Desde ahora los dos tenemos una misión secreta, no le diremos a los demás, menos a Han, ya sabes porqué...

Delico: Quedo completamente a tus ordenes, señorita conocedora del amor.

Midori: Te entrenare para que te vuelvas todo un príncipe encantador.

Los dos rieron, en ese momento la señal del televisor regresó a buen estado, en el canal estaban transmitiendo ni más ni menos que una película mala y empalagosa, justo de las favoritas de Midori.





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Holaaaaa, ¿qué tal? 
He regresado, mentiría si dijera que me tome unas vacaciones, porque no es así, ya entré a la Universidad *llora*, me está quitando más tiempo de lo que pensé, -bueno no., sí era consciente que me demandaría mucho tiempo-, pero bueno, me di una escapadita para escribir algo, pueden considerarlo un especial de San Valentín, o no(?
Espero no tardar mucho con el próximo cap! Nos leemos ~

Luna



domingo, 12 de enero de 2020

26. El ático.


El viaje había sido pesado, y aunque solo se tratase del otro lado de la ciudad, el panorama era completamente diferente. No había luces ni ruido como en el norte, la noche era amena, no había gente riendo y paseando por las calles. Parecía un lugar aburrido.

Daerlix les enseño la casa de su tía, era bastante antigua y elegante, casi como una mansión. El jardín era un lugar espectacular, tenia arboles frutales y todo tipo de flores. A pesar de ello, el lugar se sentía frió y solo, tenia sentido el no querer quedarse sola en esa casa.

Las habitaciones eran suficientes para cada miembro, cada quien busco una para acomodarse. Por ahora lo único que anhelaban era descansar.


A la mañana siguiente, Daerlix se despidió de los chicos, tenía que regresar a su residencia, si no tendría problemas con la dueña, pues había pasado ya bastantes días fuera de esta.

Hansel y Darkness se encargaron de hacer el desayuno, cortaron algunas manzanas de los arboles del jardín para ponerlas al centro de la mesa. Y cuando fue el momento, los cuatro se sentaron a degustar los alimentos.

Midori: ¿Nadie más sintió escalofríos en la noche?

Darkness: No, pero admito que me sentí un poco inquieta antes de quedar dormida.

Delico: Tal vez estaba demasiado cansado, que me quede perdido una vez toque la almohada.

Hansel: ¿Estamos viviendo un momento paranormal? — Dice mientras da una mordida a una manzana.

Darkness: Puedo solucionarlo.

Midori: ¿Harás un exorcismo?

Darkness: Si es necesario, sí.

Midori: Que miedo.

Hansel: Sé de alguien que podría ayudarnos, de una forma más pacifica —Voltea a ver a Darkness.

Darkness: Como quieras.

Midori: Oh cierto, ¿tu eres del sur, no Hansel?

Hansel: Pues, eso creo. Cuando desperté con...mi nueva vida, estaba en esta zona de la ciudad. Conozco a varias personas de aquí, de hecho debería ir a hablar con algunas para que nos llegue trabajo.

Delico: Bueno, tenemos todo el día, podemos ir a conocerlos.

Midori: ¡Sí! Quiero conocer a tus amigos del sur juju.

Hansel: Primero hay que arreglar el asunto de la casa.

Darkness: ¿Entonces a dónde iremos?


Tras caminar lo suficiente, los cuatro se encontraban frente a la entrada del cementerio local. Los arboles dejaban caer sus pocas hojas frente a ellos, los colores de la naturaleza muerta contrastaba con el lugar.

Midori: Eh, un cementerio —Dice desanimada— Genial lugar para pasar el rato.

Hansel: Solía merodear este lugar buscando respuestas. Aquí conocía a...

Antes de que acabara de pronunciar palabra, una pala salio como proyectil hacia Hansel, pero esta no le hace nada, pues logra atravesar su cuerpo fantasmal. Una chica de cabello gris y ojos azul verdosos se aproxima con paso molesto.

???: Tú — Refiriéndose a Hansel — Creí que habíamos quedado en algo, no te volverías a acercar a mi cementerio.

Hansel: Sí yo también me alegro de verte.

Midori: ¿Qué está pasando aquí?

Hansel: Les presento a Lorna, mi primer amor con esta nueva vida.

Lorna se ruboriza, pero más por la molestia que por la vergüenza.

Lorna: No digas tonterías, solo venias aquí para molestar.

Hansel: Admito que mi comportamiento no era el mejor en ese entonces.

Lorna: Insoportable, eso eras, un pervertido de primera.

Midori: Parece que fue de tus primeras victimas con tus habilidades de fantasma.

Darkness: Comprendemos tu desagrado, de verdad que lo hacemos.

Hansel: Hey, no puedo ser tan insoportable — Se rasca la cara.

Lorna: ¿Qué te trae por aquí?

Hansel: Necesitamos uno de tus peluches.

Lorna: Mmm, tiene mucho que no hago uno.

Hansel: Recuerdo cuando me ofreciste uno, que tierna.

Lorna: Pensé que querías un lugar para descansar, pero solo querías venir a espiarme.

Hansel: Jajaja, dejemos esto en el pasado...por favor.

Delico: ¿Haces peluches?

Lorna: Sí —Suspira— Los hago para darles un hogar a las almas en pena.

Darkness: Que linda.

Lorna: Disculpa por comportarme así contigo hace un momento, llevo días sintiéndome exaltada, y verte me ha puesto los nervios de punta.

Hansel: No te preocupes, pongo nerviosa a cualquiera.


Después de una conversación corta, los cinco se pusieron en marcha a la casa.

El frío del lugar hizo a Lorna estremecerse, podía sentir que algo no iba bien. Recorrió cada esquina de la casa, con la esperanza de poder comunicarse con alguien, pero fue en vano.

Lorna: No puedo hacer nada si la otra parte no quiere hablar.

Darkness: Bueno, creo que el exorcismo es ahora una opción.

Midori: ¿Es una broma?

Darkness la mira seria.

Midori: Supongo que no.

Lorna: No he ido a ver el jardín, tal vez encuentre algo ahí.

Delico: Te acompaño.

Lorna: Vale.

Los dos pasaron por la sala, luego a la cocina donde está la puerta para salir al jardín. La tarde abrazaba al jardín, los colores verdosos se combinaban con el naranja del sol. A un lado de los manzanos, una mujer de piel pálida y ropas viejas descansaba.

Lorna: Hola, ¿eres tú la dueña de la casa?

Mujer: No — Dice melancólicamente— Pero aquí están mis memorias.

Lorna: ¿Tus memorias?

Mujer: —Asiente— Me las quitaron, y las encerraron en la casa. Pero no puedo poner un pie ahí, no soy bienvenida. Me he limitado a pasar tiempo bajo este manzano, y quedarme frente a las ventanas de la casa, esperando que algún día pueda pasar.

Lorna: ¿Puedo ayudarte a buscarlas?

Mujer: ¿Lo harías?

Lorna: Claro, solo dime como lucen.

Mujer: Han pasado siglos, lo he olvidado.

Lorna: No te preocupes, haré lo posible para encontrarlas.

Delico: ¿Realmente hay alguien ahí?

Lorna asiente.


Una vez les explico la situación a los chicos, todos se pusieron a buscar. ¿Las memorias de una muerta? ¿Cómo se encuentra eso? Como referencia tenían una vaga descripción de la mujer. Buscaron en cada rincón de la casa, en cada mueble, armario y cajón. Nada parecía ser lo que necesitaban.

Midori: No hemos buscado en el ático.

Delico: Lo intente, pero esta bloqueado.

Lorna: Tal vez Hansel pueda traspasar la puerta.

Darkness: Excelente idea.

Hansel: Si no queda de otra...

La puertita estaba trabada, justo como lo había dicho Delico. Hansel traspaso el techo de madera, el ático era un lugar polvoriento y lleno de cachivaches. Una caja enorme estaba encima de la entrada, por eso aunque jalaran, la puerta nunca se iba a abrir.

Tal vez todas esas cosas le pertenecían a la tía de Daerlix, aunque por la apariencia de algunos objetos, parecían que llevaba una eternidad ahí, probablemente no había acceso al ático desde hace siglos.

Entre tantas cosas, lo primero que hizo fue buscar cajas, cajas con recuerdos, con fotos, con lo que fuera. Así encontró una pequeña cajita de madera decorada con bailarinas y flores. Había un pequeño diario, y una que otra foto. Tal vez esto era lo que la mujer quería.

Tomo la cajita, y de la misma forma que entro al ático ahora hizo lo contrario.

Darkness: Estas algo polvoriento.

Hansel: No sabes como está ahí adentro.

Midori: ¿Encontraste las memorias?

Hansel: Eso creo — Le entrega la caja a Lorna.

Lorna: Iré a hablar con ella, espero que esta caja sea lo que buscamos.


Lorna tardo en hablar con la mujer, todo indicaba que las memorias habían sido halladas. De repente, aquel frío gélido que recorría la casa, se limito a ser un frío de invierno.






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Les presento a Lorna Collingwood, no es una personaje nueva ni nada, ya tiene sus añitos que la cree, solamente que no le había puesto mucho protagonismo. Ella es conocida de Hansel, como lo dice el capitulo, fue de las primeras personas en lidiar con Hansel fantasma xD.

¡Espero les haya gustado!
Cualquier duda las respondo en comentarios uwu
Bye~


Luna